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98 Capítulo I — Cinco lustros dad en Madrid, c. Hortaleza, 75, con los estudiantes y residentes en aquella ciudad. Es pronto para emitir juicios y sacar consecuencias. Lo cierto es que en torno a las pequeñas fraternidades se vivió y se está viviendo una de las facetas más complejas de la renovación de la vida religiosa. 5. Casas de formación Otros estudios reseñan de modo minucioso las medidas tomadas en estos años para la supervivencia de nuestras casas de formación. La comisión provincial de formación intentó muchos caminos, aunque pronto resultasen inviables; así la creación de seminarios regionales, o las elucubraciones sobre la escuela de hermanos. La realidad era distinta y dura; faltaba la materia prima, el aspirante a la vida capuchina. En lo tocante a nuestro seminario se iba capeando el temporal con gran entusiasmo en los religiosos, buscando y cultivando las vocaciones, y sometiéndose a la inflexible aco­ modación a los planes estatales de enseñanza. Caminaba como colegio re­ conocido, y a final de trienio por junio de 1972, tuvo que optar por una nueva transformación y clasificación, dentro del plan de Enseñanza Ge­ neral Básica (EGB), aceptando impartir el segundo ciclo de la misma, pero no sin transición y tanteos. El problema más grave del trienio giró en torno al noviciado, que jamás había conocido otro ambiente que el recoleto de Sangüesa. A tono con los problemas vividos en todas partes por dichas casas de formación, fue necesario buscarle otra dinámica, y para eso, buscarle de entrada otra ubicación. La solución no fue precipitada, sino prolongada y con el asenso de la mayor parte de los religiosos, que en capítulo o fuera del mismo pu­ dieron opinar y dejar oír su voz. En última instancia las soluciones últi­ mas fueron dos: situarlo en nuestros conventos de Zaragoza - San Fran­ cisco, o en Logroño. Se optó por el primero. La provincia quizá se equivocó en esta decisión. No sabemos lo que hubiera pasado en la capital riojana; lo que sabemos es que el ambiente zaragozano, con todas sus implicaciones, no fue favorable a la nueva etapa que estrenaba nuestro noviciado. Se preparó el transplante con cariño y solicitud. El padre pro