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Apostolado Misionero 760. Por otra parte funcionaba el noviciado a satisfacción, los estudios estaban bien organizados y el personal iba en au­ mento. De tal modo que en 1871 sumaban un total de 58 reli­ giosos, 40 en el convento de Belén (Guatemala) y 17 en el de Santa Tecla (El Salvador). Las cosas, sin embargo, dieron un giro completo un año después (junio 1872), en que, triunfante la revolución en Guatemala, los moradores de Belén fueron desterrados, marchando de momento a California, pasando lue­ go unos a Estados Unidos, mientras otros se embarcaron para Cataluña y la mayor parte para Francia. 761. Algo semejante ocurrió un mes después (julio 1872) a los religiosos del convento de Santa Tecla (El Salvador), sien­ do obligados a embarcarse por la fuerza rumbo a Panamá, don­ de permanecieron hasta junio del siguiente año, en que se tras­ ladaron al Ecuador. 762. Justamente el presidente de esta república había soli­ citado del P. Alcaraz el envío de doce misioneros ya en 1847; la misma petición reiteró un año después, no pudiendo ser atendido por falta de personal. Ahora, 1872, estaba rigiendo los destinos del Ecuador el gran católico García Moreno, a quien faltó tiempo para dirigir a los capuchinos que se encon­ traban en Panamá, apremiantes invitaciones para que pasasen a dicha república, al convento que en Ibarra les tenía dispuesto. Así lo efectuaron en junio de 1873 no sólo los de Panamá sino también otros que habían marchado a Francia o a Estados Uni­ dos. En agosto de 1875 arribaban al mismo, procedentes de Francia, 13 estudiantes más un hermano, de los desterrados de Guatemala. En esa fecha ya se encontraban en el convento de Ibarra -fundado en 1 8 7 4 - 24 religiosos, 5 en el de Puerto Viejo, provincia de Manabí —establecida en 1875—y uno en el convento de Tulcán que estaba construyéndose (1875). 763. Las cosas siguieron adelante y, extinguido el Comisa­ riato general de Guatemala, el P. General (5 febrero 1876) eri­ gía el del Ecuador, estableciendo noviciado en el convento de Ibarra, que fue prosperando; a él acudían jóvenes venidos de 379

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