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GASPARINI, GRAZIANO, Templos coloniales de Venezuela , Caracas 1959, 57-65. Los Capuchinos en la Península Ibérica 674. 3 o.— L l a n o s d e C a ra c a s.— Fue la segunda misión capuchina en el actual territorio venezolano. Se debió a la predicación del santo misionero P. José de Carabantes, cuyos sermones llamaron tanto la atención en Caracas, que el Cabildo eclesiástico pidió (noviembre 1657) a Felipe IV enviase capuchinos a la conversión de los indios de los Llanos, especialmente de los guamonteyes. Al rey le faltó tiempo para expedir la oportuna cédula (2 i mayo 1658), urgiendo el envío de los misioneros solicitados. 675. Con tanta actividad se organizó esta misión, que el 4 de junio del propio año se hacían a la vela en Cádiz los seis designados, todos de la provincia de Andalucía: Rodrigo de Granada, Eusebio de Sevilla, Pedro de Berja y Antonio de An­ tequera, más Fr. Bartolomé de Pamplona y Fr. Nicolás de Ren­ tería. El 17 de julio entraban en el puerto de Cumaná y el 24, en Caracas. Aquí, después de portarse heroicamente asistien­ do a los apestados de epidemia que causó miles de muertos, re­ cibieron plenas facultades del Cabildo y se dirigieron (12 sep­ tiembre 1658) a los Llanos de Caracas, más concretamente a Guanaguanare, en cuyas proximidades vivían los indios gua­ monteyes. Con ellos y en el mes de octubre se inició esta mi­ sión. 676. Se hace difícil fijar el territorio exacto de la misma; las cédulas y otros documentos oficiales, sobre todo de los pri­ meros años, tampoco lo señalan taxativamente. Los límites reales al final pueden reducirse, más o menos, al territorio comprendido dentro de estos actuales Estados de Venezuela, aunque no en su integridad: Yaracuy, Lara Cojedes, Portu­ guesa, parte de Apure y Barinas, todo el Guárico y parte del de Aragua, viniendo a abarcar gran parte de lo que entonces era llamada provincia de Venezuela, que tenía por lindero el curso del Orinoco. 342

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