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Los Capuchinos en la Península Ibérica 648. 5o M a r r u e c o s . — Hay que reconocer que, aunque se da el nombre de tal, en realidad el papel desempeñado por los capuchinos en varias plazas fuertes del norte de Africa, no fue propiamente el de misioneros. En efecto: en 1645 fueron enviados algunos capuchinos andaluces al puerto y plaza de Mámora o de San Miguel de Ul­ tramar, pero su finalidad fue la de asistir espiritualmente a los soldados que defendían dicha plaza arrebatada a los moros en 1614. Si Propaganda Fide la consideró como misión apostóli­ ca, que debía tener los indicados fines y para que “ más cómo­ damente puedan hacer fruto en aquellos infieles que tienen en las cercanías” , no consta se hayan dedicado a lo segundo, es decir, a hacer salidas o correrías por los alrededores de la plaza en plan de convertir infieles. Sí en cambio cumplieron el obje­ tivo de asistir en lo espiritual a los soldados hasta que Mámora fue recuperada por los moros en 1681. 649. Otro tanto debe decirse de los que fueron destinados más tarde (1660), igualmente de la provincia de Andalucía, pa­ ra llenar idénticos objetivos espirituales en las plazas españolas del Peñón de Vélez de la Gomera y Melilla. Con la particulari­ dad de que tampoco Propaganda Fide consideró dichos lugares como de misión. En las dos mencionadas plazas continuaron los capuchinos por espacio de cincuenta años. B IB L IO G R A F IA BUENAVENTURA DE CARROCERA, Fray Francisco de Pamplona, organizador de misiones y conductor de misioneros, en Missionalia Hispánica 9 (1952), 33 s. IDEM Los Capuchinos españoles en el Congo y sus trabajos en pro de la formación del clero indígena, en España Misionera 2 (1945), 180— 206. IDEM Los Capuchinos españoles en el Congo y el primer diccionario congo- 332

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