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1 “ CEN TEN ARIO DE LA RESTAU RACIÓN DE LA PR O V IN C IA CA PU CH IN A DE AN D ALU C ÍA ( 1 8 9 8 - 19 9 9 ) Su vida fue santa, su muerte también. Era la voz común del pueblo, el grito de toda Sevilla. Murió lleno de méritos, ejemplarizando con sus virtudes hasta la última hora. El día 10 de mayo recibió el Viático y la Extremaunción, levantándose para recibirlo en la celda-capilla del B. DiegoJosé de Cádiz, haciendo previamente renuncia a todos sus bienes, perdonando a todos y pi­ diendo perdón por sus malos ejemplos. Esperó serenamente la llega­ da de la hermana muerte. Sufría horribles dolores, se ahogaba materialmente, aceptaba aquellos sufrimientos uniéndolos a los de Cristo, meditaba la Pasión y rezaba el Oficio con grandes trabajos. Deseaba morir en el mes de mayo y en una fiesta de la Virgen. El día 24, fiesta de María Auxiliadora, al terminar el rezo de Maitines, le llevó el P. Diego de Osuna la Sagrada Comunión y notó que se agravaba. Llamó al P. Guardián, P. Luis de Valencina y a los religiosos, y rodeado de ellos entró en agonía, que fue serena y dulce, y oyendo la recomendación del alma, recibió a la hermana muerte y entregó su vida al Señor. Era el 24 de mayo de 1914. La noticia corrió rápidamente por la ciudad de Sevilla, causando viví­ sima impresión y desfilando ante su cadáver innumerables personas de todas clases sociales. Sus restos reposan junto al altar de la Virgen de los Dolores en la iglesia de Capuchinos de Sevilla, altar donde siempre decía misa. BIOGRAFÍA DEL P. PEDRO DE CASTRO DEL RÍO. 1871-1930 CASTRO DEL RÍO (CÓRDOBA) Abrazado por el río Guadajoz, que le sirve de cinturón, se alza esbelto Castro del Río en la campiña cordobesa, coronado sobre un elevado