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1“ CENTENARIO DE LA RESTAURACIÓN DE LA PROVINCIA CAPUCHINA DE ANDALUCÍA (1898-1999) san Francisco, el día 4 de octubre. Los Padres Manuel de Pedrera, Tomás de El Carpió y Ramón de Villacidayo son confesores ordinarios de seis Comunidades Religiosas de la localidad, y extraordinarios en otras. Se procura, además, cooperar eficazmente al trabajo pastoral de los párrocos, siempre que ruegan nuestra ayuda. En las brillantes fiestas en honor de la Patrona, la Virgen de la Caridad, durante el mes de agosto, predicó los tres últimos sermones de la solemne novena el R.P. Clemente de Palencia, Lector de Sagrada Escritura en nuestro Colegio Mayor de Sevilla. Y, como en años anteriores, actuó de Presi­ dente del Jurado Calificador para los trabajos presentados al Certa­ men literario en honor de dicha Patrona, el M.R.P. Gonzalo de Cór­ doba. En la solemne novena de la Medalla Milagrosa, predicó los sermones y el panegírico el R.P. Ramón de Villacidayo. El R. P. Eugenio de Sevilla, Maestro de Novicios, asistió, en Madrid a la Junta de Directores de Colegios y Maestros de Novicios allí celebrada en el mes de Febrero. El día 2 7 de octubre, acompañados de nuestro M.R.P. Provincial, lle­ garon, para visitar este convento y orar ante el sepulcro milagroso del Sieivo de Dios Esteban de Adoain, los Muy Rvdos. Padres Florencio de Artabia, Venancio de Arenys de Mar y Ambrosio de Vinalesa, Ministros Provinciales de Navarra, Cataluña y Valencia, respectivamente. Obras y mejoras en la iglesia y convento. A más de otras de menor importancia, se ha llevado a cabo la obra de restauración de todo el tejado de la nave izquierda de la iglesia, el cual se llovía enormemente y amenazaba ruina. También hubo de renovarse gtan parte de los tejados del claustro del patio inteiior del convento. Se ha adquirido una nueva cocina económica, y se ha renovado la mayor parte de los utensilios de refectorio y cocina. A la escasa sillería del coro alto, se ha añadido otra nueva, de 18 asientos y sus respectivos reclinatorios, similar a la del coro bajo; y la línea de pared de los asientos que en ésta van fijos, se ha revestido de madera. Se construyó también un pequeño y artístico facistol, para los acólitos, amoldado a las exigen­ cias de la nueva liturgia coral.

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