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l tR CENTENARIO DE LA RESTAURACIÓN DE LA PROVINCIA CAPUCHINA DE ANDALUCÍA (1898-1999) tra condición de frailes disfrazados hasta nuestros pueblos, donde nuestras madres nos recibieron con los brazos abiertos, y con su cariño y su dinero nos pusieron a la orden del día en cuestión de indumen­ taria, ya que no en los modales que pedían a gritos nuestros veinte años. Días después del asalto las autoridades permitieron volver al convento a los cuatro religiosos que se quedaron en Sanlúcar, que empezaran la vida conventual con las naturales precauciones, siendo por la noche cuando más alertas estaban; una, como sintieran el tremendo ruido de cdgo que se derrumba, sospechando que pudieran ser las puertas de la huerta, se armaron de palos, y mientras el padre Guardián se cogía al teléfono para el caso de que fuera gente con malas ideas avisar a la guardia civil, los otros tres haciendo de tripas corazón avanzaban entre las sombras registrando el convento. De pronto sienten como el ruido leve de una llave de la luz que alguien intentaba encender, retrocediendo para ganar terreno; pero como no pasara nada, bajan la planta baja, y en la cocina encuentran el cuerpo del delito: un rimero de platos echado al suelo por los gatos. Y con este pasillo termino un episodio de nuestra vida que fu e tortas y pan pintado para los que vinieron después. Fr. Sebastián de Villaviciosa. Desde 1936 se fueron renovando los tejados, sustituyéndolos por es­ pléndidas azoteas, con vistas al mar, obra de albañilería perfectamente realizada por Fr. Federico de Valverde. Y a partir de los años 40 se hicieron algunas mejoras en la iglesia y se restauró la capilla del Cristo de las Misericordias profanado en el saqueo de 1931. El día 26 de julio de 1947 se inauguraba la capilla del Santo Cristo de las Misericordias, cuyo crucifijo fue profanado por la turba en 1931 siendo mutilado con un clavo. La capilla, situada en el vestíbulo de la iglesia, mostraba ese día en su lateral izquierdo, el magnífico sepulcro O