BCCCAP00000000000000000000141

APÉNDICE UN TESTIGO SINGULAR DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO: D. FRANCISCO TOMÁS MÁRQUEZ Y SÁNCHEZ Francisco Tomás Márquez y Sánchez, siervo de Dios, nació en Alpan- deire, provincia de Málaga, en la Serranía de Ronda, el 24 deJulio de 1866, hijo de Diego yjerónima, agricultores modestos y piadosos, que necesitaron de la ayuda de su hijo, tanto en las labores del campo, como en el pastoreo del pequeño rebaño familiar. Hizo el servicio militar en Málaga, pero donde sintió la llamada para consagrarse a Dios fue en Ronda, ante la tumba del Beato Fray Diego José de Cádiz. Con 33 años tomó el hábito capuchino en el convento de Sevilla, cambiando su nombre de religión por el de Fray Leopoldo de Alpan- deire. Al principio ejercitó el oficio de hortelano, en el que se mostró como espíritu contemplativo y siempre estuvo dedicado a las labores más sencillas de la comunidad tanto en Sevilla, como más tarde en Granada yAntequera. Desde 1914 estuvo destinado en el convento de Granada y ya no se movería de él en el futuro. Su oficio más estable fue el de limosnero, solicitando personalmente la limosna para sus compañeros de comunidad y para los pobres. Solía llevar una alfoija a las espaldas, iba descalzo, siempre a pie, de puerta en puerta, tanto por la ciudad de Granada, como por las ciudades y pueblos del entorno. Mientras pedía limosna se las arreglaba para en­ señar el catecismo, para animar a la conversión a las personas cuya vida dejaba que desear e, incluso, para reprender a quienes blasfemaban. Era recibido generalmente con veneración y respeto, siendo conside­ rado santo por muchas personas ya en vida, hasta el punto de procu­ rar cortarle trozos de su hábito o de su cordón para quedárselos como reliquias. Solían llamarlo también para asistir a los enfermos. En estos casos recitaba generalmente tres avemarias, tras las cuales, a veces, se producían curaciones inexplicables.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz