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APÉNDICE morada de damasco y cuatro corporales dobles: (tomado de la lista formada por el mismo P. Hernández)”. Se nombra síndico al Sr. D. Nicolás de Montes y Moreno, y se abre la contabilidad del convento el 24 de Noviembre de 1896. El episodio que cierra este pórtico de la vuelta de los capuchinos a Granada es el fallecimiento, de pulmonía, del P. Francisco de Bename­ jí, el 24 de Abril de 1897. La ciudad entera participó en su funeral y el propio ayuntamiento se quiso significar en las muestras de aprecio hacia la comunidad: “Una nueva prueba de la veneración con que era mirado por sus virtudes el P. Benamejífue la caridad de esta alcaldía, apresurándose el mismo día 24 a conceder la propiedad de 8 metros cuadrados de terreno para su sepultura y la de los demás religiosos que murieran en lo sucesivo, en el tercer patio del Cementerio de esta Ciudad, la cual concesión fue aprobada por la sesión del Ayuntamiento en siete de Mayo de 1897 y mandada ejecutar definitivamente al Arquitecto Municipal con fecha de 21 de Agosto de 1 8 99 ”. A la muerte del P. Benamejí quedó al frente de la residencia el P. Francisco de Cárcar. LA VUELTA AL EMPLAZAMIENTO DEFINITIVO (1897) El retorno a las instalaciones primitivas de los capuchinos en Granada se produce a partir de la compra del convento de S. Juan Bautista, el 1 deJunio de 1897. El proceso seguido hasta lograr la recuperación de la antigua sede fue bastante complicado. Los señores D. Manuel López- Barajas y DaJuana de Dios Cuadrado, habían comprado al gobierno el convento y la huerta en la época de la exclaustración, con la idea de devolvérselo a los religiosos una vez que fueran admitidos de nuevo en España, ya que eran bienhechores destacados de la comunidad.