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1“ CEN TEN ARIO DE LA RESTAURACIÓN DE LA PROV IN C IA CA PU CH IN A DE AN D ALU CÍA (1898-1999) LA RESTAURACIÓN DE LA ORDEN (1877-1900) En 1875 se restauraba la monarquía en la persona de Alfonso XII y, en 1876, se aprobaba una nueva constitución que permitía el ejercicio píiblico de la fe católica en España. Primero se intentó abrir un nuevo convento en Navarra, pero el gobierno se opuso, dada la tradición de carlismo militante de la zona y la historia particular de los capuchinos en este campo. Pero en 1877, el P. Bernabé de Astorga consiguió permiso para fundar en Antequera. Con esta fundación dio comienzo la restauración de la Orden en España. El 19 de Marzo se tomó posesión de la casa, y la comuni­ dad se constituyó a mediados de Julio. El 18 de Junio se obtuvo el permiso necesario para fundar en Sanlúcar. A continuación se pro­ dujeron varias fundaciones con gran rapidez. Los capuchinos que participaron en la restauración provenían de Bayona, de Guatema­ la (de importancia similar a Bayona en lo que toca a los padres que llevaron a cabo la restauración) y de antiguos exclaustrados. Hubo divergencias serias al principio, representadas por los PP Este­ ban y Llerena. El primero era partidario de la supresión del régimen especial del Comisariado de España, mientras el segundo era partida­ rio de su continuidad. En general los jóvenes, sin historia a sus espal­ das, se pronunciaban mayoritariamente por la supresión del régimen especial y la unión de toda la Orden bajo el gobierno general. Al morir el P. Esteban cuando iba a ser nombrado comisario apostólico, para que impulsara la unión de los capuchinos españoles con Roma, la Santa Sede eligió aljoven P. Llevaneras, muyjoven en ese momento, lo que suscitó especiales resistencias entre los que no eran de su opinión. El P. Llevaneras consiguió, en 1884, en el capítulo general de Roma, que los capuchinos españoles aceptaran la supresión del régi­ men especial del Comisariado. Se convirtieron así en una única pro­ vincia, la de España, bajo la advocación del Corazón de Jesús, a partir de 1885. El P. Llevaneras fue el primer provincial. En 1889 la provincia de España se dividió en tres: Castilla, Toledo y Aragón. Además se erigió un “distrito nullius” para abastecer de misio-