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APÉNDICE INTENTOS DE RESTAURACIÓN DE LA ORDEN DURANTE LA EXCLAUSTRACIÓN Al producirse la exclaustración, muchos religiosos buscaron acogida en los conventos de Francia y del norte de Italia. De ellos se echó mano para la misión de Mesopotamia, atendida anteriormente por los capuchinos franceses, pero imposibilitados, tras la revolución, para poder mantenerla, por falta de sujetos. En esta misión perseveraron los capuchinos españoles hasta 1886. En estos años de la exclaustración hubo varios intentos de restaurar la Orden. El único camino viable era el de las fundaciones de colegios de misioneros (permitidas por el artículo 29 del Concordato de 1851). Estos colegios podían tener dos propósitos diferentes: misionar en ultramar o hacerlo en los pueblos de una diócesis. Pero el intento más serio, y mejor fundamentado conforme a las tradiciones de la Orden, se dio en Bayona (Francia), a partir de 1853. Este convento se distin guió por observar unos estatutos muy rigurosos y, aunque no siempre hubo buen entendimiento entre franceses, italianos y españoles, por aquí pasaron la mayor parte de los responsables de la restauración de la Orden en España. El P. Alcaraz, cuando ya era obispo de Cuenca, intentó establecer un cole gio de misioneros para emplearlos en su propia diócesis. Parece que su idea era la de empezar de este modo la restauración, pero no pudo lograr su intento, por falta de colaboración de los propios exclaustrados. Los demás intentos de hacer lo mismo en diócesis como la de la Seo de Urgel, Valencia o Boija (Zaragoza), terminaron definitivamente con la revolución de 1868. Únicamente sobrevivió a la revolución, y enlazó con la restaura ción de la Orden en 1877, la casa de Arenys, en donde el P.Juan Bautista Pruna abrió en 1864-1865 un colegio de misioneros, con permiso para recibir novicios. Dificultades hubo de todo üpo, pero no desapareció, como había sucedido con los intentos anteriores citados y con el que tuvo lugar en Loja, a partir deJunio de 1868, por el empeño del capuchino malague ño, ya para entonces obispo, P. Pablo Benigno Carrión.
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