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CA PU CH INO S DE LA RESTAURACIÓN DE LA PROVINCIA fica del Museo de la Divina Pastora de Sevilla, dan gran categoría y valor a esta obra y a su argumento monográfico. Como datos de valor histórico en la obra aparecen la genealogía y la carta mortuoria del P. Isidoro y del P. Verita, la concordia entre los capuchinos y la primitiva Hermandad, el decreto de la Provincia para la fiesta de la Divina Pastora, el oficio y misa propios de los capuchinos para la misma, el epistolario de los Padres Generales Capuchinos a la primitiva Herman­ dad, los manuscritos del P. Mariano de Sevilla y Juan E. de Utrera, toda la biografía del P. Burgos y otros muchos datos. El P. Ardales, con estilo familiar y fluido, sabe dar calor y vida a las figuras y a los hechos, pasando de ser el apóstol incansable de la Divina Pastora a su historiador más preminente. La obra sirvió para reavivar en toda la Orden Capuchina el culto a la Divina Pastora. El P. Ardales trabajó por extender su devoción en Italia, Portugal, Santo Domingo, Guatemala, Brasil y, de modo espe­ cial, por todas las Provincias de la Orden, hasta conseguir que el Capítulo General de la Orden celebrado en Roma, en 1932, acordara nombrar a la Divina Pastora, patrona de las misiones capuchinas. Para perpetuar este hecho, el P. Juan Bta. encargó a su buen amigo cera­ mista Enrique Orce un azulejo que fue entregado al P. Virgilio de Valstagna, Ministro General de la Orden, en su visita a la Provincia, en junio de 1937. El azulejo, ricamente enmarcado en madera, preside hoy la biblioteca del Hospicio General de la Orden, sito en Via Cai- roli, en Roma. Con la imagen de la Divina Pastora de Sevilla, el P. Ardales se volcó, colmándola de ricos vestidos, mantos, valiosas joyas y de un riquísimo simpecado que ahora luce laVirgen en su tradicional procesión. Logró, en su momento, que los mejores artistas sevillanos de nuestro tiempo elaboraran nuevas creaciones de esta advocación, entre todos, el escul­ tor sevillano Sebastián Santos, cuya producción pastoreña es admira­ ble. El “Museo de la Divina Pastora”, la mayoría de cuyas obras se encuentran hoy en la Curia Provincial de los Capuchinos de Sevilla,