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HISTORIA DE I.OS CONVENTOS CAPUCHINOS la Historia de la Provincia de Castilla , del P. Buenaventura de Carrocera. Y algunos esbozos más, como el de Navarra: Vida y búsqueda de nuestra Provincia Capuchina, 1965-1997 , del P. Rufino Grández y de Cataluña, La Historia hasta el siglo XVIII, en dos tomos, del P. Basilio de Rubí. La historia de una provincia, como su propia historiografía, pasa a través de los conventos. Pero, naturalmente, 110 se puede exigir la redac­ ción previa de 10, 20 o más monografías sobre los conventos de una provincia. Siempre será una empresa difícil escribir la verdadera histo­ ria de una provincia mientras no se disponga de un consistente y cua­ lificado número de monografías, al menos de los conventos más repre­ sentativos de la vida y actividades de dicha provincia; por ejemplo, los conventos más habitados, o que han sido sede del noviciado, teologado, enfermería, telares, o que hayan sobresalido por cualquier otro motivo. Una provincia religiosa no es un reino fabuloso constituido por los respectivos ministros provinciales con sus reverendísimos definitorios, más una galería de personajes ilustres, como nos hacen ver tantas memorias históricas: es un territorio geográfico salpicado de conventos, en los que se plasma, corre y fructifica la vida capuchina. Más todavía, un convento no es sólo un edificio construido “según la forma de la pobreza capuchina”, distante “una milla más o menos” de las ciudades: es esencialmente un punto de referencia y de irradiación espiritual, apostólica y también cultural. Los frailes fueron allí llamados yayudados por el pueblo, debido a la ejemplaridad de su vida, y por su entrega y servicio al pueblo. Es precisamente esta vida y esta actividad, en el contexto local y eclesial, la que es necesario documentar y poner de relieve en las monografías, las cuales deben ser como un homenaje de reconocimiento a la comunidad civil y eclesiástica del lugar. LA MONOGRAFÍA MODELO DE UN CONVENTO CAPUCHINO DATOS Y CIRCUNSTANCIAS DE LA FUNDACIÓN La historia de un convento comienza con los antecedentes de su fun­ dación. Hay que precisar de dónde partió la idea. El por qué de la e