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P. LORENZO DE HUESCA Nació este piadoso Padre en Huesca, ciudad antiquísima, noble y respetable del reino de Aragón. Sus padres cuyos nom­ bres ignoramos, fueron gente muy honrada, pero de mediana fortuna y iuvieron otros dos hijos, uno de los cuales pasó a Judias, donde alcanzó hacienda y títulos muy honoríficos. El otro, nabiendo pasado a Italia, mereció ser Secretario del Vi­ rrey de Nápoles. Nuestras crónicas generales dicen que con este último pasó también a Italia nuestro P. Lorenzo, hermano su­ yo, donde renunciando los cuidados del siglo, los trocó por la quietud de la Religión y tomó el habito en nuestra Orden. Mas no nos dicen en qué provincia, ni a qué edad se alistó en la Milicia Seráfica, ni nuestros originales expresan cosa al­ guna sobre esto, como tampoco en orden a la conducta de vida que había llevado hasta este tiempo. Pero el espíritu y fervor tan extraordinario que manifestó luego que vistió el hábito capuchino, nos induce a suponer en él un fondo de virtud más que común. En efecto, hizo un noviciado tan fer­ voroso que 110 había vicio que no pr'ocurase domar, ni virtud que no desease conseguir, a cuyo fin trataba su cuerpo con tanta aspereza y rigor, que no parecía fuese de carne, sino de mármol durísimo. Sus ayunos eran perpetuos, el sueño esca­ so, las vigilias prolijas, las disciplinas hasta verter sangre y las demás penitencias consiguientes a este rigor. Con tal tenor de vida, creemos pasaría los años que vivió en Italia, pues, aunque es muy poco lo que hallamos de aquel tiempo, no po­ demos dudar que allí ejercitó todas aquellas heroicas virtudes de que dió tantos ejemplos trasladado a Cataluña. Verificóse.finalmente esta traslación o venida, pasando des­ de la provincia de Roma a la de Cataluña, cuando ésta había — 64 —