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gón, pues el convento de Zaragoza se inauguró en Mayo de 1598, y “El Caspense”, entró en el noviciado por Octubre del mismo año. Fué Guardián del mencionado convento y en calidad da tal, se heilló en la fundación y fábrica del convento que to­ maron los nuestros en Epila, dedicado a San José, juntamen­ te con el P. Provincial que era a la sazón el P. Fr. Luis de Valencia, como consta en la inscripción que se puso con motivo de la colocación de la primera piedra el día 8 de Sep­ tiembre de 1625, la cual copió el Canónigo Blasco de Zambra, en el tomo primero de sus Historias, libro 3.°, capítulo 18, página 300. Fué también dos veces Provincial de Aragón, asistiendo como vocal al Capítulo General celebrado en Roma el año 1621, cuando el Papa Paulo V encargó al Capítulo se hiciese cai-'go de la Misión del Congo, expresando además su deseo de que fuesen precisamente Capuchinos españoles los encargados de llevarla a caibo, y nombró a El Caspense '1 Comisario General de la Misión del Congo, con facultad de escoger doce Misio­ neros, los que mejor le pareciese. Como esta Misión no pudo llevarse a cabo, como anteriormente se ha dicho, por varias razones, tampoco pudo ir a ella nuestro biografiado. En el Capítulo General celebrado en Roma el año 1637, fué elegido Definidor General, cargo que ejerció hasta el año 1643. Su sabiduría y vida ejemplar le granjearon mucho re­ nombre y una aceptación nada vulgar, y murió en el conven to de Zaragoza el año 1647, a los 48 años de vida religiosa y unos 68 de edad, dejando escritas las siguientes obras: 1,* Cursus Theologicus praecipuas materias quae in sciio- lis tradi et legi solent, secundum ordinem Divi Thomae am- plectens; dos tomos en folio. Fueron impresos en Lyon, cuan­ do moraba en Roma como Definidor General, por los herede­ ros de Gaibriel Boyllar y de Lorenzo de Anison, el primer tomo en 1642 y en 1643, el segundo. El año 1666 salió una nueva — 376 —