BCCCAP00000000000000000000140

a los lugares de los indios ya convertidos, les salgan éstos al encuentro con diver'sos intrumentos músicos y con alegría y no poco regocijo son recibidos de la suerte que el Soberano Padre recibió al hijo pródigo. Por haberse hallado en aquellas regiones y provincias mi­ llares de hijos pródigos del Soberano Padre y millares de dracmas y ovejas perdidas, en su entrada todo es alegría y gozo, todo es darse parabienes y gratulaciones, y con el me­ jor banquete, que aquellas tier'ras permiten, son recibidos, estos huéspedes y regalados y hasta que tienen casas propias,, y comidas, los sustentan a su costa los ya convertidos y hos­ pedan en sus casas, mediante las persuasiones de nuéstros religiosos y les ayudan a fabricar- sus casas, labrar sus tierras V coger sus frutos. Y por este miedio más se facilita cada día el venirse otros muchos infieles a r-'educirse y unirse con el demás rebaño de los ovejas de Cristo; y por este medio y por el ejemplo de los príncipes y capitanes y el continuado ejercicio de la predicación fervorosa de la palabra de Dios, es­ perarnos muy en breve la conversión a la fe católica y la obediencia a la Sede Apostólica de innumerables infieles. Hágalo Dios por su infinita misericordia, para que todos le alaben y le gocen por' toda una eternidad. Amén.” Terminadas sus gestiones en Roma vino a España con el fin de entrevistarse con el Comisario General de las Misiones que lo era el Provincial de Andalucía y ponerse a sus órdenes. Pero aconteció que al pasar por Granada predicó algunos sermones y fuer-'on tan notables, que el Sr. Obispo de Málaga le pidió diera Misiones en su Diócesis, a lo cual accedió su superior y le obligó a ello. Predicó pues en Málaga y a con­ tinuación en los pueblos más importantes de esta Diócesis, como Casares, Marbella, Estepona, etc., y en todos ellos con indescriptible conmoción de las gentes. De Málaga pasó el año 1668 a Granada donde predicó con el mismo éxito y fruto hasta el año siguiente, en que a ruego del Sr. Obispo de Oren­ se, pasó a aquella capital dando continúas misiones en toda Galicia y cada vez con creciente aprovechamiento de los fie­ les, por lo que con razón se le ha llamado “El Apóstol de- — 348 —

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz