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“A este fin juntáronse veinte caciques, cada uno con la gente que pudo recoger y con turbara fiereza, el 16 de Agosto de 1663, embistieron la población de San Francisco por todas partes. Salieron a la defensa los vecinos que no llegaban a ciento sesenta hombres, de los cuales cien eran españoles y los restantes indios de la región de Guácharo y con ser tan pocos, pelearon con tal ardor, que sin perder más que cuatro indios, hirieren y mataron a muchos de les enemigos.” Después se Mantuvieron las poblaciones con relativa tran quilidad, prosperando algún tanto las Misiones. Sólo en la población de San Francisco continuaron las hostilidades, en donde los rebeldes hacían daños continuos robando los caba llos, destrozando las labranzas y quemando lo que no podían rebar Abrasaron algunas casas y se llevaron un hato de vacas, que tenían los indios para sus necesidades, impidiéndoles cul tivar sus labranzas y hacer sus cosechas. En vista de esto, de terminaron los Misioneros trasladarse con sus indios a lugar más seguro, donde pudieran vivir tranquilos y sin sobresaltos. No obstante, a ruegos del Cabildo y ciudad de Cumaná y por el interés del nuevo Gobernador', desistieron de su pro pósito. Envió el Gobernador fuerzas para castigar a los indios salvajes, pero poco se consiguió. ' Uniéronse los indios caribes con los franceses y con los indio« chaimas, y aun cuando éstos fueron rechazados algu nas veces por los* españoles e indios fieles al Misionero, no obstante los indios de San Carlos, San Juan y del Pilar, fueron cediendo al ataque y abandonaron sus pueblos v todos juntos buscando amparo, se refugiaron en la Misión de San Francis co, a donde llegaron en número de más de cuatrocientos.. Amedrentados también los indios de esta Misión, se retira ron a la población de Santa María de los Angeles. Se dió cuenta de todo al Gobernador de Cumaná, para que ayudara a volver a sus pueblos a los indios; mas en vano, por que cuando lo quisieron ejecutar, ya los caribes habían pegado fuego a la villa de San Garlos y a las Misiones de San Juan Bautista, El Pilar y San Francisco. Tal -fué el triste final del levantamiento de los caribes y franceses; la total destrucción de cuatro florecientes poblacio— 319 —
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