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nombre, según nos refiere el P. Olivares en su Memoria, habla en tercera persona y dice: “Pasaron algunos Padres de Cumaná a Caracas para ha cer Misión en la ciudad y en algunos pueblos de españoles, tanto porque deseaban estar ocupados, como por haberlo pe dido al P. Prefecto (Lorenzo de Magnllón), personas pías, de votas y de autoridad, que reconocían la suma necesidad que había de ella en la capital” . Publicada la Misión, la predicaron los Padres en la Cate dral; los frutos que de ella resultaron, no son ponderabili, publicábanlo a voces los efectos y las gentes de todos los es tados y condiciones aclamaban a los Misioneros como hom bres venidos del cielo. “ En este particular no quiero alargarme, pero tengo oídas cosas maravillosas a los españoles de por acá, y aunque las juzgo indubitables, excusaré el referirlas por ser' muchas y raras, v principalmente, quizá porque alguno las tendrá por exagera das; sólo diré, porque está en la conciencia de todos, que va rios días, durante el sermón, vieron los oyentes salir rayos de luz y estrellas de la voz del predicador (el P. Carabantes), con grande admiración y fervorosa devoción de todos. En uno de los sermones dijo el referido Misionero que Dios, justamente indignado por tantos pecados públicos co mo se cometían en aquella ciudad, los quería castigar con una peste, ya para dar cuanto antes a los convertidos el premio de su arrepentimiento, ya también para que los obstinados se redujeran a penitencia, y díjolo sin duda con espíritu pro fètico, porque al poco tiempo se inficionó el aire y empezó la peste a causar estragos. “Este lenguaje del predicador' no agradó a cierto indivi duo de posición que vivía mal y se dió por aludido de las saludables amonestaciones que hacían los Misioneros, para sacar a los pecadores del mal estado en que vivían; negóse en absoluto a dejar la vida escandalosa que hacía, y, para vengarse de los Misioneros, escribió con gran secreto al Con sejo de Indias, tachando de vagabundos a los religiosos v pidiendo a Su Majestad se sirviera mandarlos retirar a Espa- 312 —
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