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tener' los dichos encomenderos a ios indios sin pasto espiri­ tual, querían'servirle de ellos como de esclavos, atropellando las leyes divinas y humanas, lo que movió a Su Majestad, a mandar a un Señor Alcalde de casa y corte, quien habiendo seguido causa sobre el asunto, pronunció rigurosa sentencia contra todos los delincuentes. Este venerable Padre fue uno de les seis primeros operarios de estas Misiones; tr.iibajó fiel­ mente en la viña del Señor y nos dejó entre sus escritos un “ Confesionario en el idioma de los indios", muy claro y breve, para los que ignoraban la lengua chayma, y lleno de méritos y de años murió en la referida Misión de San Juan. ‘‘ Esta conversión se erigió en Parroquia el año 1712 y estu­ vo en la administración de clérigos seculares hasta el de 1762, que en virtud de la citada orden de Su Majestad se tomó nue­ vamente posesión, habiéndola hallado casi destruida.” “Tiene (el año 1780 en que se escribía esta relación), una hermosa iglesia de teja que fabricó a costa de sus limosnas y sínodo el actual Prefecto, ascendiendo su valor y coste a dos mil pesos, y el de las jocalías y alhajas a ochocientos, ha­ biendo de estas dos cantidades suplido S. M. 150 pesos; las comunidades y trabajo de los naturales del mismo pueblo, 300 y el resto de 2.350 los Misioneros. “Se han bautizado desde la fundación del referido pueblo, hasta la fecha presente (1780), 3.001 almas; se han celebrado 1.502 matrimonios y se han enterrado 1.164 personas, que han muerto en la comunión de nuestra Santa Madre Iglesia. Aun­ que en los principios fué muy numerosa esta Misión, desde el año en que se erigió en doctrina padeció la gravísima cjecaden- cia y casi ruina que queda insinuada, y al presente sólo tiene 233 almas, que las administra el R. P. Fernando de Albala- te en calidad de cura doctrinero.” De este Misionero que pasó veinte años en Cumaná escribe el P. Lodares (1). “ Fué muy penitente, ejercitando e» su cuer­ po continuos rigores y austeridades; dejó escritos varios voca­ bularios para utilidad de los nuevos Misioneros. Murió con ve(1) T om o II, pág. 91. — 299 —