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maná el año 1658, acompañado del venerable P. José de Ca­ mbantes y otros compañeros, desempeñando con gran celo el cargo de Prefecto hasta el año 1668, que fué nombr-'ado el Pa­ dre Pedro de Berja. Fué varón apostólico y de grandes virtudes, por lo cual el limo. Sr. Obispo de Caracas, Fr'. Antonio González Acuña, que conocía bien sus méritos, quiso que se quedara con él para que en condición de Misionero, le acompañara en la Santa Visita de su dilatada Diócesis, y en este santo ejercicio murió, en el pueblo de Cumanarebo, un día de camino de Coro, por los años 1676., Habiéndose detenlido el Sr. Obispo dois años en la visita a aquellas apartadas regiones, quiso, antes de retirarse de la. ciudad de Coro, recoger los huesos del venerable misionero, para darles sepultura en aquella iglesia, que había sido cate­ dral. Mandó exhumar los rJestos, y habiendo cavado en la sepultura, hallaron entero e incorrupto el cuerpo del expresado P. Magallón, como si aquel mismo día lo hubieran enterrado, y habiéndose resistido los indios de dicho pueblo de Cumarebo a que lo sacasen y llevaran el cuerpo del siervo de Dios, con­ vinieron en que sólo se remitiese al Sr. Obispo el santo hábito, que estaba entero, sin corrupción, y un gran cilicio que tenía ceñido a la cintura. El año 1719 estuvo en el expresado pueblo de Cumanarebo el P. Salvador de Cádiz dando una misión y averiguó de los ancianos que trataron y conocieron a dicho venerable reli­ gioso, muchos casos prodigiosos, que por no ser de nuestro intento, los omitimos. En los manuscritos de Milán se hace mención de este vene­ rable misionero con el siguiente elogio: “ Duodecimus fuit Ve­ nerabilis, P. Fr. Laurentim de Magallón, quem Misionum mul­ tarían Atlantem ac Praefeclum predicat uterque Orbis; hic por- tav'l pondus diei et aestus; incredibilibus laboribus Missiones a variis et fortibus contradictionibus liberavit, auxit, et con- __ 287 —