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del fruto espiritual que han hecho, aunque hemios de creer de: su mucha virtud que habrán Obrado maravillas. Añádase a todos estos motivos la pobreza y humildad que esta religión profesa, sin ningún afecto a las cosas temporales, pues toda su ansia es conquistar almas para Dios y procurar su mayor gloria en la propagación de la fe católica, donde predican; y habiendo conseguido tan copioso fruto de fieles convertidos en tan poco tiempo, es punto de mucho escrúpulo arrancar de raíz el árbol que lo produce, y apagar la luz con que se comienza a iluminar la dilatada gentilidad, sin per­ mitir que sigan allí los religiosos que quedaron, cuando se ne­ cesitan muchos más. Y todavía hay que agregar el cariño que los indios han to­ mado a estos religiosos, los cuales, par'a poder conseguir mejor la educación y enseñanza de los indígenas, han aprendido su lengua, algunos con gran perfección. Conviene, pues, que los que están allá prosigan sus conquistas y que vayan los que pide el Gobernador, en número suficiente; pues 110 se com­ prende que, no pudiéndose impedir el paso a las Indias de tan­ tos perdidos, que rebajan las costumbres, se repara tanto en conceder el paso a tan corto número de religiosos que, con licencia de sus Superiores y sujetos a la obediencia, van a con­ vertir los infieles, sin ningún humano interés, tanto más, cuanto que los pide el clamor' común de todos, y es grande el fruto que hacen. Tenga también en cuenta Vuestra Majestad la máxima de sus progenitores de que por un alma sola que se convierta, aventurará las rentas de sus estados." Por todo lo cual son de parecer los firmantes que se mande a estos religiosos se vuelvan en el “ Patache Margarita" y que Vuestra Majestad permita llevar diez o doce religiosos más, encargando a las provincias de Aragón y Andalucía que se pongan de acuerdo y que juntamente se dé orden a los Gober­ nadores de Caracas y Cumaná, que se les acomode un hospi­ cio decente para vivir en conventualidad; y con este principio necesariamente se irán arraigando y les será preciso fundar convento en lo porvenir, y que esta Religión se extienda y sea la propagación del Evangelio, que es lo que se necesita en tan — 281 —