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no Maestro que dijo: “Si en alguna ciudad no fuereis reci­ bidos... id a otra". Aparte de esta memoria presentada por nuestro P. Mago- Uón, ni los indios y vecinos de Gumaná, ni el Señor' Gober­ nador, se descuidaron en defender y reclamar a sus Misio- ñeros, y fueron muchos los informes que llegaron al Con­ sejo Real, defendiendo ei crédito y sinceridad de los Capuchi­ nos aragoneses, y poniendo en (conciencia a los rríiemibros del Consejo para que se les restituyera a sus Misiones. III EL P. MAGALLÓN DEFIENDE A LOS MISIONEROS Y OBTIENE UN ROTUNDO TRIUNFO EN MADRID . El Gobernador D. Pedro Brizuela, arrepentido de haber co­ municado la Real Cédula a los religiosos, sin antes haber es­ tudiado las causas que habían servido de fundamento a la resolución del Consejo, y ante ¡os testimonios auténticos de .la inocencia de los Misioneros y de la mala fe de sus acu • sadores, escribió a Su Majestad el Rey V al Consejo de In ­ dias, informándoles minuciosamente de todo, y pidiendo que se anulase el anterior mandato y volviesen los Misioneros a sus pueblos, por ser insustituibles en la reducción de los in­ dios de aquellas regiones y muy conveniente al servicio de ambas Majestades. No obstante, había pasado un año, y los Misioneros de Piritu, a pesar de las esperanzas que les habían dado, no lo­ graron los pasaportes, para regresar a sus Misiones; al con- trario, veían que el asunto estaba todavía más embrollado, motivo por el cual el P. Magallón presentó el año 1653 un nuevo y largo informe impreso, en que hace historia de todo. En la parte informativa de este documento encontramos cartas interesantes, cuyos principales párrafos no deben — 267 —