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FR. FÉLIX DEL VILLAR Otro de los Misioneros de Africa fué el Hermano Fr. Félix del Ydlar, el cual en nada fué inferior a los venerables Her­ m an o s que le p reced ieron en la p ro v in c ia d;e A ragón , ni po r sus preclaras y muchas virtudes, ni en el celo por extender la religión católica entre los paganos. Entre todas las perfecciones de que estaba adornado sü espíritu, resplandecía singularmente su obediencia, la cual estimaba en tanto, que se había propuesto no emprender obra alguna, ni hacerla u omitirla, inconsulto el superior, temeroso de que viviendo conforme a su propio albedrío, se apartase del camino recto y seguro que conduce al cielo, verificán­ dose p o r esto en él con to d a v e rd ad lo que dice el E sp íritu S a n ­ to en los p ro v e rb ia s: “ Vir obcdiens loquetur victoriam. 21-28 p o rq u e efectivam en te alcanzó ta n ta s v ic to ria s c u a n ta s fu e ro n las ocasiones que se1le p u s ie ro n d elan te d u ra n te su la rg a v ida. En la oración era tan asiduo y fervoroso, que no desper­ diciaba ningún instante de tiempo sin emplearlo en tan pro­ vechoso ejercicio y si ac aec ía que la s o cupaciones im p u e s­ tas por la obediencia le impedían acudir algunos días a las horas señaladas para la meditación las suplía por la noche, dedicándose a este ejercicio con más prolijidad, de manera que desde m a itin e s de m ed ia noche h a s ta la h o ra de P rim a p a s a b a todo este tiem po en o rad ión en la ig lesia o en el coro. E n tre o tra s cosas ped ía al S eño r sin g u la rm e n te u n a g ra c ia , esto es, la de ocupar siempre y sin cesar su espíritu y su len­ g u a en las d iv in as alab an zas, al modo de los ángeles y b ie n ­ aventurados en el cielo, en todas las horas, tanto del día como de la noche. Y se puede a s e g u ra r que en c u a n to esto es fa c­ tib le en la n a tu ra le z a h um a n a , obtuvo del S eño r esta g ra c ia , __ 250 —