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señal de la cruz sobre ellos, se soldaron y quedó recompuesto el vaso, y lo que es aun más admirable, el líquido desparra­ mado volvió a llenar el vaso, y tomada la medicina por el en­ fermo recobró la salud. Pasaba casi toda la noche sin acostarse y sin dormir, em­ pleando gran parte de ella en la contemplación de los divinos misterios y principalmente en la pasión y muerte de Nuestro Señor' Jesucristo, y sumergiéndose en este piélago de amar­ guras, refrescaba en su memoria y en su corazón las agonías y sufrimientos del Señor y renovaba los tormentos de la pa­ sión en su persona, castigando su carne con azotes y san­ grientas disciplinas. Ante una vida tan santa eran muchos los religiosos que tenían por cierto e indudable que se le había aparecido Cristo repetidas veces recreándole con su vista, ha­ biéndole oído tener coloquios muchas veces con el crucifijo del coro. Per'o su meditación y contemplación más frecuente era de los dolores de la Virgen al pie de la cruz. Aquí era el llanto, aquí los suspiros y lágrimas, aquí en fin, donde su corazón se derretía en compasión y tristeza por" los dolores de su Ma­ dre. La devoción a la Dolorosa la tenía en tal estima, que la recomendaba como la más provechosa para los nuevos en la Religión. Fué también devotísimo del culto y veneración de la Sa­ grada Eucaristía, en la que con los ojos de la fe contemplaba la presencia real y corporal de Jesucristo, con tal viveza como si lo viera con los ojos corporales. De donde nacía el estar y orar en presencia de Jesús Sacramentadlo, como si realmente gozase de su divina presencia viendo a Dios entre los coros de los ángeles, estando completamente fuera de los sentidos. Con­ tra la costumbre vigente en aquellos tiempos, aun entre per­ sonas devotas y religiosas, recibía este Sacramento casi dia­ riamente y con tal devoción y fervor que apenas podía contener las lágrimas y suspiros que le salían de lo íntimo del cora­ zón. Una'vez recibido en su pecho este augusto Sacramento, apoderábase de su alma tan gran incendio de amor, que en — 150 —

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