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por espíritu de caridad para con el cocinero. Era muy corto el tiempo de sueño que concedía a su cuerpo, y entonces lo hacía recostado sobre las desnudas tablas, sirviéndole de al­ mohadón un fajo de sarmientos. Acercábase a celebrar el santo sacrificio de la Misa con singular afecto y piedad y de devoción y con ánimo compa­ sivo meditaba profundamente el ministerio de la cruz, antes de la misa y en el tiempo de ella hasta que hubiera ofrecido al Eterno Padre el inerudito sacrificio. De donde provenía el derramar el Señor sobre su alma ríos de gracias divinas. Fué muy cuidadoso en guardar sin mácula la virtud de la castidad, respirando siempre el perfume del lirio de la pu­ reza, sin contaminarse en lo más mínimo con los deleites sen­ suales. Esta se manifestaba en sus palabras y en sus obras. En sus palabras, inculcando a todos, liombr'es y mujeres, la guarda de esta angelical virtud, y en sus obras, con la con­ formidad de su vida v conducta a los dictados de aquélla, v ron la delicadeza de su trato en las relaciones con personas de diferente sexo, como se vió en el siguiente caso: Desempe­ ñando en cierta ocasión el oficio de Visitador, marchó a la villa de Tauste, en cuyo lugar moraba una noble y ejemplar matrona, bienhechora de los Capuchinos, de la ilustre ¡familia de ÍFr'ontiní. Luego que esta señora tuvo noticia de que el Pa­ dre Antonio se aproximaba al pueblo, salióle al encuentro acompañada de sus hijos y dejándose llevar de grande afec­ to de devoción, hizo ademán de abrazarle, mas el siervo de Dios no consintió que le tocase, manifestándole que no por eso dejaba de estimarla en lo mucho que se merecía, y pava que no quedase algo avergonzada y desairada, hízOle algunas con­ sideraciones de perfección y prudencia. Dicen los manuscritos, que los capitulares de la provincia le honraron a porfía elevándole a los más altos honores, títu­ los y cargos que podían, de lo cual parece deducirse, así co­ mo del hecho anteriormente relatado, que fué Provincial de Aragón, aunque los manuscritos no lo digan expresamente. Por todo esto, era estimadísimo en toda la provincia, y a él 121.';. -------