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(¡O FECUNDA PARENS 4 — VI — 1919: Fr. Dionisio de Imbuluzqueta, lego. 25 — XI — 1920: Fr. Faustino de Tscároz, lego. 14 — VI — 1926: P. Bernardo de Iroz. 12 — VI — 1930: P. León de Imbuluzqueta. 22 — III — 1932: Fr. Francisco Javier de Bilbao, nov. corista. 25 — VIII 1938: Fr. Vicente de Villafranca de Oria, corista. 26 IX 1938: P. Conrado de Olio. 28 — VII — 1939: Fr. Serafín de Leaburu, lego. 19 — V — 1942: Fr. Cirilo de Tudela, lego. 12 — II — 1944: Fr. Bernardo de Mendigorría, lego. 10 — I — 1945: Fr. Juan de Grañón, nov., lego. 28 — VII — 1948: Fr. Guillermo de Eguiarreta, lego. 3 — X — 1948: P. Antonio de Iroz. Ministerios El ministerio al que preferentemente se han dedicado los Padres de la comunidad de Sangüesa durante los cincuenta años que lleva de existencia el convento es el de la predicación; y ésta generalmente en forma de panegíricos, triduos, septenarios y novenarios. Hasta 1915 el ministerio apostólico se ejerció más que todo en Navarra; pero en ese año los Padres se dieron cuenta de que el campo de atenciones más urgentes se hallaba en tierras de Aragón; y predicaron misiones en pue­ blos hasta entonces desconocidos; Salvatierra, Larués, Bailo, Isuerre, Sádaba, Castilliscar y Ejea de los Caballeros con fruto muy extraordi­ nario; en 1919 hubo nuevas misiones en los pueblos del arciprestazgo de Sos, y en 1920 en varios otros de la diócesis de Jaca. Esta labor por tierras de Aragón ha vuelto a intensificarse en los últimos años, sin de­ jar por eso de predicar en otros pueblos del distrito conventual y de fuera de él. En 1949 se predicaron ocho misiones, en 1950 siete. De 1933 a 1936 se predicaron ejercicios espirituales al pueblo en la iglesia del convento y han vuelto a predicarse en 1950 en coordinación con las parroquias: en San Salvador a las señoras y a las jóvenes, en Santiago a los jóvenes y en San Francisco a los casados. En noviembre de 1931 se estableció la Misa de los niños y la catc­ quesis; eran más de cien los niños y niñas que asistían diariamente a su Misa, a la que seguía la lección de catecismo; tanto la catequesis co­ mo la Misa se suprimieron a mediados de 1945 en atención a los seño­ res párrocos, que deseaban tener ambas cosas en sus respectivas pa­ rroquias. Cultos extraordinarios .—Una de las fiestas de mayor solemnidad impulsadas por los capuchinos es la de la Inmaculada. Desde que se es­ tablecieron los capuchinos en Sangüesa no se celebraba esta fiesta en las parroquias, sino únicamente en el convento; precedía una novena de preparación y el día de la fiesta se suprimía la Misa parroquial; en la Misa solemne que se celebraba en el convento oficiaba de presente el señor párroco de Santiago; había sermón, y por la tarde una solemne procesión que recorría las principales calles de la ciudad.

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