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CINCUENTA AÑOS DE VIDA 47 ses durante los cuatro años que costó levantar el nuevo convento y la iglesia. El señor Obispo, don Juan Soldevila y Romero, recibió muy bien a los dos Padres cuando fueron a exponerle el fin de su venida y les dió toda clase de facilidades; después visitaron al Gobernador Ecle­ siástico de la diócesis de Tudela, y pusieron manos a la obra. Primeros pasos .—La Cuaresma y la Misión de que se ha hablado y el recuerdo del antiguo convento prepararon los ánimos; desde un principio se halló terrsno abonado para la fundación, aunque no fal­ taban obstáculos que vencer. El 27 de septiembre de 1897 fué encargado de la fundación del con­ vento el P. Javier de Los Arcos, si bien seguía como Presidente de la residencia el P. Rafael. Las gestiones realizadas para fundar en el te­ rreno de nuestro antiguo convento fracasaron completamente, por más que se insistió repetidas veces para convencer a los dueños del solar. Después se ideó otro plan, que consistía en hacer el convento en unas eras lindantes con e l , camino liamado de Ronda. Por fin, después de vencidas algunas dificultades, gracias a la protección de la Virgen del Pilar, en cuya capilla de Zaragoza oró largamente el P. Javier pidien­ do a la santísima Virgen que moviera el corazón del dueño de aquel terreno, dicho señor —¡cosa sorprendente!— al siguiente día, no sólo no puso ningún inconveniente, sino que cedió gustoso el terreno que solicitaban los capuchinos para la iglesia y el convento. Como aquel solar era insuficiente, procuró el P. Javier hacerse con unas eras contiguas; para comprarlas se buácó una tercera perso­ na muy afecta al hábito, que las consiguió a precio ventajoso; un pe­ queño campo próximo, que se vió era necesario, fué cedido gratuita­ mente por el Ayuntamiento, a quien pertenecía. La extensión de todo lo adquirido era, lo mismo que en la actuali­ dad, de 62 áreas y 3 centiáreas; costó 120.000 pesetas. De este terreno ocupa hoy el convento 670 metros cuadrados, la iglesia 544, el salón 132, el resto la huerta y los establos. Construcción .—Ultimados todos los detalles y hechas las escrituras, se comenzó a pedir ayuda para levantar el convento. Se obtuvo la aportación de la Junta de Patronato de Casteruiz, en gracia a la asis­ tencia que uno de los Padres prestaba a las clases de adultos en la es­ cuela nocturna; se logró que la Diputación Provincial eximiese de los portazgos en el transporta de materiales para las obras; el Sindicato de Riegos accedió a la petición de desviar la dirección de un río que atra­ vesaba los terrenos adquiridos. A fines de septiembre de 1898 se comenzaron a abrir los cimientos de la primera ala del convento, el día 4 de octubre, gracias a las mu­ chas limosnas y donativos de la ciudad y a los trabajos de acarreo y peonías de los pueblos vecinos, entre los que merece honorífica men­ ción la familia de doña Isabel Garro de Cascante, puso la primera

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