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320 FECUNDA PARENS apostolado de la prensa; apostolado social entre los obreros. Ella se ha dedicado con éxito a la enseñanza, sobre todo en sus acreditados Colegios de Lecároz y Llavallol, reputados general­ mente entre los mejores de sus respectivas naciones. Sabemos que la Provincia de Navarra ha procurado mante­ ner siempre un alto nivel cultural entre sus hijos y que ella fué una de las primeras que, respondiendo al llamamiento de nues tro antecesor Rvdmo. P. Bernardo de Andermatt, se preocupó de formar en su seno un cuerpo de Lectores y Profesores es­ pecializados, mandando ct muchos de sus religiosos a estudiar en las Universidades eclesiásticas de Roma, Lovaina, Friburgo, Salamanca y Mi'mster, y en las civiles de Madrid , Barcelona, Zaragoza, Salamanca y Zurich. Sabemos también que la Provincia de Navarra se ha pres­ tado con la mejor voluntad y sin reparar en sacrificios siem­ pre que los Superiores Mayores de la Orden han recurrido a ella bien para encargarla de una nueva Misión, bien para ayudar a otras Misiones de Provincias necesitadas de personal como las del Caquetá y la Guajira, bien para cooperar en la fundación del nuevo Comisariato de Portugal, bien para ocupar cargos en la Curia General o en otros centros de Roma, hasta el punto de que tiene trabajando fuera de la Provincia más de WO de sus religiosos. Verdaderamente opdemos decir que la Provincia de Navarra se ha prodigado para acudir a todas las partes a donde la han llamado los Superiores Mayores. Nos complacemos en hacerlo -constar así y le repetimos nuestro agradecimiento en nombre de la, Orden. Y pedimos a Dios que siga, favoreciendo con sus dones a tan benemérita Provincia, para que vaya prosperando más y más aumentando en número de religiosos y en frutos de santi­ dad,. Para lo cual rogamos encarecidamente a todos nuestros religiosos, tanto sxi.peri.ores como súbditos, que se mantengan ante lodo invariablemente fieles al espíritu de nuestra santa vocación capuchina, espíritu de pobreza y humildad, de sim­ plicidad evangélica y de austeridad y oración, como en fecha no lejana/nos ha recomendado con tanta insistencia nuestro santísimo Padre el Papa Pío XII. Sean cuales fueren las adap­ taciones impuestas por las condiciones del ambiente y de los tiempos, tengamos siempre presente que en la vida mixta que heñios' abrazado, el primer lugar debe ocuparlo la puntual ob­ servancia de nuestra Regla y Constituciones y la f iel imitación de nuestros antiguos Padres, que por ese medio han llevado a cabo tan grandes empresas para mayor gloria de Dios. Y ese ideal se alcanzará seguramente, si el alma es constantemente nutrida con el sustancioso alimento de una vida interior sóli­ da, sostenida y perseverante, por más que a ello se opongan las falsas exigencias del mundo que nos rodea,. Sólo así núes-

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