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CINCUENTA AfíOS DE VIDA 21 tiene todo su primer empuje la Juventud Femenina, y es un excelente auxiliar del apostolado externo del convento. La colaboración misional de los fieles se ha fomentado mediante las Obras Pontificias de la Propagación de la Fe y de la Santa Infancia. además de la predicación y de la organización de días misionales. La Santa Infanpia data de 1918, en que ingresaron 115 niños de toda la barriada; en 1921 el número se eleva a 163; en 1923 a 256, con una recaudación de 684 pesetas; en 1926 eran 402 los socios y la recauda­ ción daba 1.574 pesetas; en años posteriores descendió ligeramente el número y el interés de las fiestas misionales infantiles, pero la Obra continúa su vida normal. La Propagación de la Fe se estableció en 1923; nunca ha tenido organización estable ni cotización digna de consideración. Como plantel de la Orden Tercera y medio de fomentar la piedad en los niños erigióse en 1913 la archicofradia del Cordón Seráfico; in­ gresaron aquel año 90 cordígeros, número que llegó a elevarse en los años de mayor esplendor hasta 350; tenían su función mensual con co­ munión general, después de la cual se les repartía el desayuno como aliciente; obsequiábaseles además con alguna merienda al año. Con el tiempo la intensa organización del catecismo hizo que fuese cayendo en olvido la denominación de cordígeros y en la actualidad se puede decir que todo el apostolado infantil se funde en la catcque­ sis. La labor catequística existió desde el principio; en 1923 acudían todos los niños de los barrios de Capuchinos, San Pedro y la Rocha* pea; los de la Magdalena no acudían, porque se les exigía la asisten­ cia a la Parroquia de San Agustín. En los años de la República, su­ primida la enseñanza religiosa en las escuelas, se ihizo necesaria una organización esmerada de la catequesis del convento, echando mano no sólo de los estudiantes de Teología, sino de catequistas seglares; todas las tardes se tenía la hora de catecismo. Al ser restablecido éste en las escuelas se mantuvo todavía la catequesis diaria durante al­ gunos años; pero en vista del esmero puesto por los maestros, quedó reducida a la hora de los domingos después de la Misa destinada es­ pecialmente para los niños. En 1948 se hizo la separación de niños y niñas, quedando éstas al cuidado de las religiosas Esclavas del Sa­ grado Corazón. Obras de celo .—Además de las asociaciones y en parte como fruto de la actividad de éstas, han ido apareciendo ciertas iniciativas de celo y de caridad, que sobre todo han adquirido mayor vuelo el úl­ timo año al acrecentarse las necesidades espirituales y materiales de la barriada con el crecimiento repentino de la población: tres amplios grupos de viviendas están construyéndose en las inmediaciones' del convento, todas ellas destinadas a gente de escasos medios de vida. Desaparecida en 1936 la Juventud Masculina de Acción Católica, quedaban desatendidos los muchachos y se sintió la responsabilidad de volver a ocuparse de ellos. A este fin en enero de 1941 se abrió la

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