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254 FECUNDA PARENS da dedicación de nuestros misioneros al sagrado ministerio, hasta infor­ mar a la Santa Sede ser aquella Misión la más floreciente de toda la Oceaniá; y al propio tiempo pudo notar la sorda resistencia al españo­ lismo representado por los misioneros capuchinos de Navarra-Cantabria- Aragón, y prevenir al Rvdmo. Vicario Apostólico de lo delicado del asun­ to y situación, por nadie mejor sentida que por Mons. Olaiz, quien ofre­ ció su renuncia del Vicariato en favor de un dignísimo misionero capu­ chino norteamericano que conoció en New York... Huelga decir aquí que esta vidriosa situación agitaba no poco el espí­ ritu de nuestros misioneros, quienes ya discutían en 1929 la convenien­ cia de entregar la misión a Capuchinos de nacionalidad americana. Así se ve claramente en las preciosas comunicaciones del P. Javier a los Su­ periores de la Provincia en aquel decenio de pesimismo, durante el cfcial no amenguó ni poco ni mucho la labor apostólica de todos, mientras la Divina Providencia y la Santa Sede no dispusieran otra cosa. Un chispazo grave hizo notar ya en 1928 el nublado que todos pre­ sentían, cuando un tal Juan Munitzar, extranjero en Guam, publicó en la prensa americana un panfleto ofensivo en sumo grado a los capuchi­ nos españoles, como recusados por los indígenas chamorros, y principal­ mente calumnioso para uno de los Padres misioneros en materia de mo­ ralidad. Es ésta la única difamación intentada en Guam contra los ca­ puchinos españoles, pero tan de raíz cortada por el enérgico, y en esto intransigente Padre Olaiz, que no paró hasta conseguir desautorización oficial y pública dada por el departamento militar de la Isla y publicada en la misma prensa que aceptó la infame calumnia. En carta del P. Javier del 30 de mayo de 1932 se refiere también otra tentativa frustrada para hacer ambiente contra la permanencia de los capuchinos españoles en Guam. Esta vez tenia la iniciativa un grupo pequeño de jóvenes chamorros, educados en Norteamérica, que recla­ maban para su patria educación total inglesa, con exclusión del idioma propio y proscripción total del castellano, lo cual Indirectamente iba contra nuestros misioneros. Recogieron firmas, no muchas; pero este mo­ vimiento se encontró con una reacción en la población indígena que re­ unió también abundantes firmas en un pliego de protesta ante el gober­ nador de la Isla, contra la imprudente iniciativa de los jóvenes aludidos. Pero toda esta resistencia debilitaba la energía física y moral de! Rvdmo. P. Olaiz Zabalza, deseoso siempre de encontrar el camino más expedito para llegar al alma de sus queridos chamorros; hizo varios via­ jes de descanso y de tanteo a Norteamérica y a Filipinas para encontrar religiosas americanas que se hicieran cargo de la educación religiosa ca­ tólica de las niñas y jóvenes, puesto que en Guam, como en todas par­ tes, las mujeres sólidamente instruidas y prácticamente piadosas son el sostén de las tradiciones familiares, en Guam totalmente católicas; que­ ría así satisfacer las exigencias anglofilas de las autoridades del país. Pero después de seis años de sondeo y tratos, no pudo salir con su in­ tento, lo cual reafirmó en el Vicario Apostólico su antiguo propósito de renunciar su cargo.

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