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250 FECUNDA PARENS blación está compuesta de unos 20.000 indígenas chamorros y algunos centenares de soldados y funcionarios americanos estadounidenses, por ser estación naval y base de la navegación oceánica para el comercio y la política de Wàshington. Ocupada toda la atención de nuestros Superiores en alimentar bien nuestras dos misiones americanas d e Chile y Argentina, fué muy gravo el compromiso adquirido para- llevar adelante la nueva misión de Pro­ paganda Fide. Aunque la totalidad de los naturales de Guam fuesen ya católicos desde 1666, adoctrinados por los jesuítas españoles, se imponía no obstante un trabajo muy especial para mantener la tradicional fe de los chamorros, amenazados por la herejía protestante, profesada por sus nuevos dueños políticos; lo cual sin duda determinó mantener hasta el presente aquella región materialmente conquistada para la Iglesia Ca­ tólica,-dependiente de la Propaganda, aun subordinada en su organiza ción a la Jerarquía debidamente establecida en Oceania. El particular afecto y solicitud real que la reina de España doña María-Ana de Austria prodigó al arhipiélago llamado “ Islas de los la­ drones" por Legazpi y sus heroicos compañeros descubridores, víctimas de la rapiña de los indígenas, determinó el cambio del feo nombre por el de “ Islas Marianas” , que hace tres siglos las distingue, recordando a su augusta protectora. Cuando nuestra Provincia se hizo cargo de Guam, estaba ya en po­ sesión de ¡os norteamericanos desde 1898, como consecuencia de la in­ justa guerra motivada contra España, lo cual inició las dificultades, lue­ go sentidas, para el cuidado espiritual Je los indígenas, que desde 1811 a 1907 corría a cargo del Obispo de Cebú, residente a 1.5004 millas ¡de distancia; razón suficientísima para qua después de la ocupación ame­ ricana, las Islas Marianas fueran constituidas en Prefectura Apostólica independiente, encomendada a la Provincia Capuchina de Westfalia. En 1911 quedó constituida la Isla de Guam. en Vicariato Apostólico aparte, encomendado a la Provincia Capuchina de Cataluña; pero su primer Vicario Apostólico, el Exomo. y Rvdmo. P. Francisco Javier Vilá de Arenys de Mar murió a los pocos meses de tomar posesión de su cargo, agobiado indudablemente por el trabajo inicial de organización y por su avanzada edad; no pudo aclimatarse. Su sucesor inmediato, Excmo. y Rvdmo. P. Agustín de Artesa del Segre, apenas ejex-ció su cargo siete meses, puesto que la Provincia de Cataluña se declaró imposibilitada para mantener el número necesario de Misioneros en todas las estaciones reparadas; esta fué la causa por la que el 30 de noviembre de 1914 fué consagrado en Pamplona Obispo de Docimea y Vicario Apostólico de Guam el Excmo. y Rvdmo. P. Joaquín Oláiz Zabalza de Pamplona, alumno de nuestra Provincia, a la que quedó confiada la Misión de Guam; el 30 de abril de 1915 ya estaba en posesión de su cargo el nuevo Vicario Apostólico, acompañado del R. P. Hugolino de Gaínza y dei Hno. lego fr. Martín de Auza.