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CINCUENTA AÑOS DE VIDA 239 supone trabajo aun más intenso' de confesionario en casa y fuera de' ca­ sa, con muchísimos enfermos y niños de colegios; así crecía el prestigio de nuestro santo hábito, siendo los PP, Capuchinos preferidos con gran ventaja para las confesiones de sacerdotes y varones cultos; y en algunos períodos de luchas religiosas, los Capuchinos sostuvieron brillantes y triunfadoras polémicas de prensa que hicieron enmudecer a los enemi­ gos de la Iglesia. La casa central era la única residencia propiamente nuestra; ocupa­ ba un área de terreno de 2.300 m2., y pudo hacer frente a grandes gas­ tos pecuniarios, gracias a la incesante labor de los Padres y al favor del público piadoso, y aun pudo ayudar, principalmente con estipendios de Misas, a la madre provincia para la escuela seráfica de Alsasua, en la que desde hace cuarenta años se han formado todos nuestros misioneros de ultramar. La primera de las parroquias entregadas a los PP. Capuchinos es Lo Ermita, donde se venera una devotísima imagen de María, llamada “ de Guía” , encontrada, según la tradición, por los soldados de¡ Legazpi, cuando llegaron a Manila; ellos construyeron una modesta ermita. Cinco iglesias fueron construidas desde 1606 y sucesivamente destruidas por terremotos o por guerras. En 1885, el P. Paredes, Agustino, levantó la sexta iglesia que, durante la insurrección contra España, quedó abando­ nada y en ruinas; así estaba en 1904, cuando sé hicieron cargo de ella nuestros misioneros, cuyo celo y sacrificio la transformaron en hermoso templo a la Virgen “ de Guía” , iglesia parroquial donde se desarrolló cul­ to muy intenso, donde estaban fundadas varias asociaciones piadosas, entre ellas “ La Cruzada” , dedicada a enseñar el catecismo a pequeños y grandes y a prepararlos para la primera Comunión. La feligresía al¡-j canzó unas 7.000 almas; las comuniones anuales, por término medio, llegaon a 92.ooo; los bautismos a 304, y los casamientos de 3o a 4o al año. Tenía la parroquia su escuela primaria propia para loo alumnos, y durante el Superiorato en la Misión del M. R. P, Lorenzo de Alegría, en 1924, se consiguió el traspaso a nuestra Orden de un Colegio regentado por PP. Paúles, reconocido por la superintendencia oficial dé Instrucción Pública, y muchas veces señalado como modelo de formación moral ,y escolar, con unos 25o alumnos de instrucción primaria e intermedia. Esta iglesia fué ompletámente destruida durante la güera americano-japonesa, por el incendio y la artillería; completaron la destrucción los buldozers americanos, que no dejaron piedra sobre piedra del templo ni de lá es­ cuela. Después de la guerra, el R. P. Blas de Guernica se hizo cargo de las ruinas, y sobre el mismo terreno, apenas cognoscible, ha construido la séptima iglesia, por orden del Sr. Arzobispo de Manila, y en ella se tri­ buta fervoroso culto a la devotísima imagen de la Virgen “ de Guía” , sal­ vada providencialmente, gracias a la diligencia del Padre Párroco, que la escondió en un nicho de la cripta, tapándolo con una gran losa de mármol. Del celo con que el P. Bías ha trabajado allí es prueba elocuen­ te el hecho de que entre los 2.ooo habitantes que se agrupan en derredor