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CINCUENTA AÑOS DE VIDA 19' niones; a la procesión acudieron los terciarios de Pamplona, Huarte, Ibi- ricu, Badostáin y Zuriáin, y representaciones de las Hermandades de Fuenterrabía, Azpeitia, Mezquíriz y Arruazu; en años posteriores hasta se llegó a poner tren especial para los terciarios de la Barranca; en 1919 ilamó la atención la presencia de más de quinientos terciarios de la recién fundada Hermandad de Astráin y pueblos vecinos. De 1920 a 1930 todavía creció el número de Hermandades que acudían con sus Párrocos al frente y sus estandartes desplegados; para lograr este éxito se repar­ tían por los pueblos el día anterior todos los Padres disponibles, con el fin de organizar las peregrinaciones. Posteriormente fué disminuyendo la afluencia de los pueblos y en la actualidad apenas acude más gente que la que frecuenta ordinaria­ mente la iglesia del convento; pero las Cuarenta Horas siguen siendo la función principal del año y los turnos de vela en la noche del sábado al domingo constituyen una gran manifestación de fervor eucarístico. La fiesta de la Divina Pastora. — Es otra de las fiestas que más simpatía despiertan entre los fieles. En 1919 se celebraba con especial solemnidad, comenzando con Misa cantada y comunión de niños por la mañana y terminando por la tarde con una vistosa procesión infantil, seguida de diálogos y poesías de niños vestidos de pastores. En la mis­ ma forma se celebró durante varios años; pero después fué enfriándose el entusiasmo. En 1946 comenzóse a celebrar con toda solemnidad la novena preparatoria y a organizarse por la tarde la magna procesión mariano-misional con la carroza de la Divina Pastora, lo que ha contri­ buido a acrecentar grandemente la devoción entre los fieles durante estos últimos años. El Nacimiento. —Durante muchos años el “ Belén de Capuchinos” constituyó un importante centro de atracción para toda la ciudad en los días de Navidad; la habilidad de nuestros estudiantes, en un afán de superarse de año en año, le ha hecho acreedor a este renombre; varias veces ha sido premiado en los concursos organizados en la ciudad, si bien esta misma competencia ha hecho que descienda algo su antiguo renombre. Solemnidades aisladas. —Una de las que más duradero recuerdo de­ jaron fué la fiesta de las Espigas, celebrada en la iglesia de capuchinos por la Adoración Nocturna de Pamplona en la noche del 18 al 19 de ju­ nio de 1910; a las tres y media de la mañana se'celebró Misa pontifi­ cal en la fachada de la iglesia ante millares de fieles; después se hizo la procesión y desde una plataforma levantada en medio de los campos se dió la bendición con el Santísimo a las mieses en sazón. En septiembre de 1913 la comunidad se asoció, con una velada ex­ traordinaria, a la conmemoración del centenario de la paz constantinia- na; de noche toda la fachada sur apareció iluminada y en el tejado se formó una gran cruz de lámparas eléctricas. Tuvo éxito extraordinario el triduo celebrado en 1923 con motivo