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CINCUENTA AÑOS DE VIDA 217 gran misionero, tan apreciado siempre por el Prelado, que llegó éste a decir a quien esto escribe, que se daría por satisfecho con tener cua­ tro Párrocos como el P. Gonzalo, infatigable trabajador hasta agotar su salud física. F>ié nombrado consultor pro-sinodal, levantó una nueva capilla para mejor servicio de los pobres y promovió el crecimiento de la Orden Tercera. Los bautismos administrados durante aquellos cuatro primeros años parroquiales eran 785 por término medio, los ma­ trimonios, 127; confirmaciones, 400; alumnos de la Catequesis, 386 ni­ ños, y 361 niñas; atendían además la capellanía del cementerio, y la colonia palestinense de Concepción, dirigida por un Padre maronita en la que casi todos eran terciarios. La segunda residencia de Los Angeles, ciudad de 35.000 habitantes, capital del departamento de Laja y fronteriza con la región araucana, ocupa intensamente el celo de nuestros Padres que nunca han rebasado el número de cuatro y dos Hermanos legos, teniendo ante sí una zona rural de 50 kilómetros cuadrados; misiones por los campos, administra­ ción de los sacramentos a enfermos a leguas de distancia del convento, sin otro medio de locomoción que un caballo que galopa a veces ocho y diez horas para asistir a un pobre moribundo; y en la hermosa igle­ sia del convento, atención constante al intenso culto y a las asociacio­ nes de la Orden Tercera, Hijas de María y otras obras de celo, como el catecismo dominical con asistencia de más de 400 niños y niñas. Desde 1907 los Padres Superiores de Los Angeles tenían a su cargo las con ­ ferencias morales y religiosas de la Escuela Profesional del Estado, y desde 1910 hasta 1926 las clases reglamentarias de religión en el Liceo provincial. En 1929, el Sr. Obispo de Concepción formó una nueva circunscrip­ ción parroquial de la única que había en la ciudad, y nuestro convento pasó a ser la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús,. í^uyo primer Pá­ rroco fué el R. P. Eustaquio de Sesma. Un balance aproximado del mi­ nisterio parroquial, deducido de las Relaciones Anuales de la Custodia en Chile, da un promedio de 70.000 comuniones anuales en nuestra igle­ sia, 250 bautismos, 125 primeras comuniones de alumnos del Catecismo, que rebasan el número de 475, y unos 75 matrimonios. Lo mismo, proporcionalmente, debe decirse de nuestro ministerio en Constitución, ciudad edificada en la desembocadura del caudaloso río Maulé; la mayor parte dé sus habitantes viven de la pesca, indus­ trias marinas y comercio; son buenos cristianos y en general muy adic­ tos a los Padres Capuchinos, a quienes acuden casi exclusivamente para sus confesiones y para la atención de enfermos y moribundos, lo cual tiene muy bien ocupados a los cuatro Padres que forman la pequeña comunidad con dos Hermanos legos. La población infantil es numerosí­ sima, para lo cual se fundó la Sociedad Protectora de la Infancia,, con su gran catequesis en nuestra iglesia, donde se reúnen más de 800 ni­ ños y niñas desde el año 1910, en que emprendió la campaña de la doc­ trina el P. Mariano de Pamplona, con habilidad suprema y reservas de toda clase, que le ayudaron a levantar un espacioso salón de actos con

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