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ism FECUNDA PARENS ■ Aprovechando un viaje al País Vasco del Vocal de la Comisión Directiva, Sr. Pedro Albaitero, se le encomendó buscara una Congre­ gación Religiosa que se hiciera cargo de la Dirección del Colegio Eus- kal-Echea de Llavallol. 2.—LOS CAPUCHINOS EN LLAVALLOL Después de muchas andanzas y dificultades, la Divina Providencia abrió a los Padres Franciscanos Capuchinos el camino de Euskal-Echea, cuando en 1907, estando en gestiones el delegado de la Sociedad con el Rdmo. P. Joaquín M.a de Llevaneras, fundador y Superior del Cole­ gio de Lecároz, para que se hiciera cargo de nuestro Colegio,, dispuso el Padre General de la Orden que el dicho Colegio de Lecároz pasara a formar parte de la Provincia de Navarra al desaparecer el Distrito Nu- llius. Fué entonces cuando definitivamente aceptaron los Superiores el hacerse cargo del Colegio de Varones “ Euskal-Echea” , tomando posesión del mismo el M. R. P. José M.a de Legarda, Custodio a la sazón de Chile y Argentina, a fines de marzo del año 1908, y estableciendo un profesorado provisional, que comenzó el curso de enseñanza primaria con trece niños internos y quince externos. Aquella primera Comunidad merece recordarse con cariño, ya que por su medio fué conocida la Orden Franciscano-Capuchina, que por primera vez sé ponía en contacto con una Sociedad tan importante. Los religiosos que constituyeron esa primera Comunidad de Llrvallol fue­ ron destinados a la nueva fundación el 30 de marzo de 1908. La Comu­ nidad era ésta: R. P. Narciso de Sangüesa, Superior, R. P. Román de Lizarraga, R. P. Domingo de Abárzuza, V. Fr. Andrés de Larragueta, V. Fr. Diego de Ostériz. Estos religiosos, a quienes las Memorias de la Sociedad califican siempre dePadres Misioneros, trabajaron cuanto les fuéposible en la educaciónde los primeros alumnos hasta la llegada,de losdefinitivos Profesores, llamados Padres Educacionistas en las antedichas Memo­ rias. Llegaron éstos en septiembre de 1908. El primer cuadro de Profesores estuvo constituido así: R. P. Remigio de Pamplona, Director, R. P. Dionisio de Echalar, R. P. Jenaro de Artabia, a Jos cuales ayudaban en sus tareas como valiosos auxiliares los Her­ manos Fr. Andrés de Larragueta y o Fr. José Miguel de Madrid. En la actualidad, de todos ellos sólo vive el Padre Remigio, resi­ dente en Chile desde hace años.