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168 FECUNDA PARENS Exámenes y calificaciones. —Según el Reglamento de 1904 había dos clases de exámenes; trimestrales y anuales. Los trimestrales se verifi­ caban el 23 y 24 de diciembre y el lunes y martes de Semana Santa. Los anuales comenzaban el 15 de julio. Los exámenes trimestrales desapa­ recieron en 1917. El Reglamento de 1928 dispone que, además de los exámenes generales de fin de curso, haya otros semestrales en febrero. Hasta 1917 las calificaciones eran como sigue: 0 — suspenso. 1 = suspenso en Latín, dudoso en las demás materias. 2 = aprobado. 3 = notable. 4 = sobresaliente. 5 = se daba en los exámenes, como calificación extraordina­ ria en Latín, al alumno que mejores exámenes hacía. Desde 1917 hasta 1949 han sido en la forma siguiente: 0 — suspenso. 1, 2, 3 = aprobado (en Latín, el 1 suspenso). 4, 5, 6, 7 = notable. 8, 9, 10=sobresaliente. Actualmente se sigue el sistema oficial de calificaciones: 0, 1, 2, 3, 4 = suspenso. 5, 6 = aprobado. 7, 8 = notable. 9,10=sobresaliente. En el Reglamento de 1904 las vacaciones duraban desde el día 20 de julio hasta el 9 de septiembre, en que se inauguraba el curso después de cinco días de ejercicios espirituales; las vacaciones de Navidad com­ prendían solamente desde el día 25 al 28 de diciembre; pero en 1915 las vacaciones de verano comenzaban ya el 7 de julio y posteriormente aún se han ampliado algo más; las de Navidad ahora terminan el día 6 de enero; en cambio se han suprimido las de Carnaval. Formación espiritual y cultural La admisión de los candidatos al Colegio ha corrido siempre por cuenta del P. Director, por delegación del P. Provincial. A este fin exis­ te un delegado de vocaciones en cada convento, que se encarga de ver y examinar a los niños que se Sienten con vocación e informar al P. Di­ rector del Colegio Seráfico. Para fomentar las vocaciones el Colegio manda prospectos y edita la revista "Ideales Seráficos” , que se reparte con profusión. Formación religiosa. —Ha ocupado siempre, como es natural, el pri­ mer puesto en las preocupaciones del personal director del Colegio la formación espiritual de nuestros futuros sacerdotes. Nunca ha faltado la