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148 FECUNDA PARENS Ejea para este fin. Algunos magníficos cuadros y otros objetos que per­ tenecieron a la antigua iglesia de los capuchinos, totalmente desapareci­ da, subsisten todavía en la próxima capilla de nuestra Señora de la Oliva. La restauración La villa de Ejea, con su población de unos 10.000 habitantes, de- ficientísim ámente atendidos por un solo párroco, y con sus grandes re­ cursos económicos, ofrecía buena oportunidad para nuestra extensión por tierras de Aragón. Los mismos vecinos de la villa deseaban ardien­ temente nuestra fundación, con la mira puesta principalmente en el es­ tablecimiento de un colegio de enseñanza. Después de repetidas instancias verbales ante nuestros Superiores, formóse un Patronato de Cultura y Beneficencia con la misión de res­ taurar el convento y preparar la vuelta de los capuchinos. Formaban dicho Patronato los señores siguientes: don José Sánchez, alcalde de la villa y presidente del Patronato; don Francisco García, don José Pu­ jol, don Mariano Madurga, don Julio Lázaro y don Gerardo. García Le- saga, secretario del Ayuntamiento. Este Patronato elevaba, con fecha 21 de enero de 1941, una instan­ cia al P. Provincial, M. R. P. Ignacio de Pamplona, pidiendo el estable­ cimiento de una comunidad de capuchinos para “ el fomento de la cultu­ ra, tanto religiosa como profana, de la juventud” ; manifestaba que el Ayuntamiento se había comprometido a ceder los locales del antiguo convento, debidamente habilitados, y se comprometía a proveer en par­ te a los gastos mediante aportaciones personales y el aprovechamiento de algunos terrenos comunales, que el Ayuntamiento adjudicaba al Pa­ tronato con este fin. En sesión de 29 de marzo del mismo año la corporación municipal acordaba otorgar al Patronato, por tiempo ilimitado, doce hectáreas de terreno de cultivo en secano y una hectárea de regadío, con la promesa de duplicarlo cuando se pudiera disponer de otros terrenos. Con estos ofrecimientos el M. R. P. Provincial acudió al Rdmo. P. General exponiendo las condiciones en que se presentaba la fundación, con fecha de 13 de abril de 1941; el 25 del mismo mes el Definitorio General otorgaba la autorización, pero con las siguientes condiciones: 1) que la fundación fuese incondicionada, esto es, sin estar dependiente de la condición de tener colegio; 2) que el convento definitivo fuese pro­ piedad de la Orden pleno iure; 3) que ningún religioso formara parte de la comisión administrativa del Patronato. El P. Provincial envió copia de lo provisto por el Rdmo. P. General al secretario del Patronato, don José Pujol, y el alcalde contestó ofi­ cialmente el 10 de mayo, aceptándolo en todas sus tres partes. Son extremos que es preciso tener en cuenta para la historia pos­ terior de la fundación. Entonces el P. Provincial pidió la autorización necesaria al señor Arzobispo de Zaragoza, y éste accedió en oficio del 24 de mayo; pero

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