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CINCUENTA AÑOS DE VIDA 143 Obras de celo Además de la Orden Tercera, se han desarrollado las siguientes: Pia Unión de S. Antonio El 24 de julio de 1940, autorizó el Sr. Obispo la erección de la ar- ehicoíradia de la Pia Unión de S. Antonio. El Rmo. P. General de la Orden Franciscana, P. Leonardo Bello, autorizó su creación el 23 de mayo de 1939. Comenzó a funcionar el 5 de octubre bajo la dirección del R. P. Jesús de Cañas, que le dió notable impulso, llegando muy pronto a los mil asociados. Trabajan con entusiasmo en el Ropero Seráfico, y se esmeran en propagar el culto a S. Antonio. La Pía Unión se encarga de los cultos al Taumaturgo de Padua, pagando la novena y el triduo en honor de la lengua del Santo. Pan dé los Pobres Funciona esta Institución desde el 13 de junio de 1941; está soste­ nida con donativos de los Terciarios y de los devotos de S. Antonio, de otros donativos que se reciben en la portería para este fin y que el P. Guardián reparte en tres partes iguales! entre el Convento, el Ro­ pero y el Pan de los Pobres. En 1941 el M. R. P. Ladislao de Yábar alcanzó del Sr. Alcalde de Pamplona 24 bonos de carne de toro (medio kilo el bono) para los po­ bres socorridos por el Pan de los Pobres. Cruzada por la ” Modestia cristiana” Como fruto de unos Ejercicios a muchachas el año 1941 se lanzó la idea y se anunció su fundación, pero no pudo realizarse. El año 1942 pudo llevarse a cabo. La dirigió en un principio el P. Esteban de Zu- daire y al ser trasladado a Lecároz, la tomó el M. R. P. Ladislao de Yábar. Y ya en 1945 estaba a punto de desaparecer. La causa de este fracaso la indica el P. Ladislao en la Crónica del convento de este mo­ do: ...“ Mis esfuerzos han sido inútiles, siendo una de las causas el que el primer domingo que se fijó para sus cultos está muchas veces impe­ dido por novenas, v. g., de S., Francisco, de las Almas, de la Inmacula­ da” . No fué más afortunado su sucesor en la guardianía, pues ya en 1946 había desaparecido dicha asociación. Biblioteca Seráfica Desde el 21 de febrero de 1941 ha venido funcionando, dirigida en un principio por el P. Jesús de Cañas, esta Biblioteca circulante. Su fin, al fundarla, fué proporcionar a los lectores lecturas morales, des­ terrando a ser posible las novelas profanas, y poniendo en las manos obras preferentemente franciscanas. 10