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FECÜNÜA PARENS D) La parroquia de S- Agustín se comprometerá a remunerar la cooperación de los Padres y el servicio de su iglesia con la cantidad y en la forma que se concertarán” . Dado en Pamplona, a tres de marzo de mil novecientos treinta y seis. t MARCELINO, Obispo de Pamplona. La Capilla provisional de S. Antonio Ya podían los Superiores dar por bien pagados los trabajos y sin­ sabores sufridos a lo largo de los años por conseguir la tan anhelada autorización. A la del señor Obispo, siguió de cerca la concedida por el Rmo. P. General, Donato de Welle, en 20 de mayo de 1936, y la de la Sagrada Congregación de Religiosos en 18 del mismo mes y año. Creyeron los Superiores que sería lo más conveniente establecerse en una residencia y capilla provisionales, y a este fin se fijaron en una casa recién construida en la Avenida de Franco, N.° 32 bis, enclavada dentro de los límites de la Parroquia de S. Agustín, colocando la capilla en la planta baja, y las habitaciones para los religiosos en el primer piso. Se abrió al culto el día 10 de abril de 1937. Y ya desde el primer día se captaron los capuchnos las simpatías de los vecinos y de la gente de los pueblos por su abnegación en el sagrado ministerio del confesonario y la asistencia a enfermos. La pequeña comunidad la componían el M. R. P. Ladislao de Yá- bar, Ministro Provincial, R. P. Hermenegildo de Ciáurriz, Sec. Provin­ cial, R. P. Florencio de Artabia, R. P. Gerardo de Eraul, Fr. Guillermo de Eguiarreta, Fr. Serafín de Barbarin y Fr. Remigio de Iza. Tres años permanecieron los religiosos en esta Residencia, mientras se edificaba el convento e iglesia definitivos. Compra de terrenos para la nueva iglesia y convento _ El M. CR. P. Ladislao de Yábar, Ministro Provincial, no se dió punto de reposo, y aprovechándose de una ocasión que se le brindaba, com­ pró tres solares de la manzana N.° 67, próxima a la residencia, en la Avenida de Franco y Aralar. Satisfechos estaban de la compra realiza­ da, cuando llegó a oídos del P. Provincial que el Sr. Obispo ponía algu­ nos reparos a dicho emplazamiento por su proximidad a los Padres Sa- lesianos, que quizá salieran perjudicados con nuestro acercamiento. No fué pequeño contratiempo, porque había que buscar otros solares que fueran del agrado del Sr. Obispo. La divina Providencia veló por la Provincia y no fué cosa difícil la compra de otros tres solares en la 2.* Zona del Ensanche, pero en jurisdicción de la Parroquia de S. Nicolás; todo de acuerdo y confor­ midad con el Sr. Obispo. Este terreno estaba en la manzana 55 y daba a la Avenida de Carlos III, y Calle Tafalla; terreno mucho más céntri­ co y más próximo a la ciudad. Por ese tiempo el Sr. Huarte ofreció otros tres solares en una manzana inmediata a la anterior e inmediata

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