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118 FECUNDA PARENS en uso y usufructo gratuito, perpetuo e intransferible; los Padres se comprometían a 'custodiar dignamente el Monumento sufragando los gastos necesarios a la digna conservación ordinaria y extraordinaria de la iglesia, y sólo la ordinaria de la torre. En los locales de la to­ rre no podrá funcionar servicio alguno que no esté dentro del fin dé­ la fundación. Los capuchinos se obligan a mantener en la iglesia el servicio religioso perpetuo, a dar asistencia moral a los familiares de los italianos muertos en España y proporcionarles digno y económico alojamiento. La propiedad del inmueble del templo pertenece al go­ bierno italiano, pero los objetos muebles son propiedad de la comuni­ dad, y en este concepto entran los altares y los pulpitos, Los Padres capuchinos se comprometen a rogar siempre por el pueblo italiano, por su bienestar y engrandecimiento, y cada año, dentro de la octava de la fiesta de los Fieles Difuntos, celebrarán una Misa solemne de Requie por los italianos caídos en España con asistencia de la colonia italiana. Las obligaciones impuestas a la comunidad tienen carácter fundacional, y por lo tanto la Embajada de Italia continuará en su de­ recho de exigirlas a perpetuidad. En enero de 1946 habían sido ya trasladados los restos de todos los caídos italianos a la torre y quedaban encerrados en sus nichos, correspondientes con las placas de los nombres. Dicha torre, en el plan primitivo, debía alcanzar 80 metros de altura, pero se ha quedado en 42’65 metros, perdiendo así la esbeltez que ofrecía en la maqueta; los fondos de que disponía la Embajada no llagaban para la obra total. Cuatro grandiosos arcos triunfales conducen a la iglesia; ésta tie­ ne una longitud de 50 metros por 28 de latitud y, con su única nave, forma un maravilloso conjunto, armónico y proporcionado, que es la admiración de cuantos la ven por primera vez. Pero va resultando ya insuficiente para acoger a los fieles que la frecuentan: de 6.000 a 7 000 oyen Misa por término medio todos los domingos. El convento consta de un ala central de 40 metros de longitud y dos alas laterales de 38 y 58 metros respectivamente. La altura es de veinte metros con sus cinco plantas. El edificio tiene en total 84 celdas habitables. Ofrece un conjunto hermoso y austero, en armonía arqui. tectónica con la iglesia y la torre. La historia del presente El día 28 de septiembre de 1946 se bendijo solemnemente el nuevo convento. Los superiores, reunidos en Zaragoza con tal motivo, estu­ diaron sobre el terreno la solución que había de darse al destino del grandioso edificio y a la duplicidad de comunidades, ya que no se podía abandonar la antigua residencia. Se destinaron tres Padres y un Her­ mano a ésta y todos los demás al nuevo convento, pero constituyendo todos una sola e indivisa comunidad bajo el régimen del mismo Guardián. En diciembre del mismo año proponía el señor Obispo al Padre