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CINCUENTA AÑOS DE VIDA que vinieran a España y tendrían que atender a todos los gastos, tanto ordinarios como extraordinarios de conservación del convento, iglesia y torre. Los superiores no pudieron avenirse y se mostraron dispuestos a terminar el convento, pero adquiriendo la propiedad de éste y el usu­ fructo de la iglesia, y la conservación, ordinaria solamente, de la igle­ sia y la torre; a hacer todos los años unos solemnes funerales por los caídos italianos y a atender solícitamente a los familiares de los mismos. Hubo convenio verbal; pero contra lo acordado con el señor Emba­ jador y sin ninguna explicación de éste, el P. Provincial no fué llamado a Madrid para la firma del acuerdo. Después se dijo que el día 1." de enero de 1944 había salido para Italia en avión un consejero de la Embajada a presentar las proposiciones del P. Provincial y conseguir la necesaria autorización del Rey para aceptarlas. En espera de la solución, quedaba interrumpida la obra del convento en el primer piso, la de la torre en el segundo de los dieciocho pises previstos y la iglesia con la obra de albañilería ya terminada. Poco a poco fué allanándose la Embajada, en vista sobre todo de que la obra de la torre no podría llevarse a cabo por falta de fondos si no se vendía el convento a los capuchinos. En marzo hay nuevo in­ tercambio de condiciones. Por fin el día 19 de jumo aparece zanjada la cuestión Respira la Provincia, y los trabajos st reanudan. Pero inesperadamente, el 5 de julio la Embajada se echa atrás y da orden de paralizar las obras a partir del 12 de agosto. La tirantez entre las dos partes contratantes llega al máximo. Ahora se trataba de requi­ sitos notariales que para los superiores de la Provincia eran, natural» mente, fundamentalísimos, pero que la Embajada pretendía omitir co­ mo cosa sin importancia para no atarse las manos. Interviene el señor Nuncio y nuestro Padre Provincial se ve obligado a justificarse ante éí de las acusaciones formuladas por la parte contraria Por fin pudo pensarse en inaugurar la iglesia el día 25 de julio, festividad de Santiago, como se hizo. La víspera bendijo el templo y consagró el altar mayor el señor Obispo de Huesca, con asistencia de las autoridades civiles y militares de Zaragoza; y al día siguiente toda la fiesta se desarrolló con gran esplendor, si exceptuamos la nota de inquietud que dió la “ Schola Cantorum” de nuestro Colegio de Pam­ plona, comprometida para cantar la Misa: una avería del autobús que trasladaba a nuestros estudiantes los detuvo en Pedrola; allí fué a recogerlos una procesión de coches de alquiler, pero sólo pudieron lle­ gar a la mitad de la Misa; en otras actuaciones quedaron en buen lugar. El 25 de marzo de 1945 el P. Provincial firmaba por fin, mediante la entrega de medio millón de pesetas a la Embajada, el contrato de compra-venta del convento, objeto de tantos quebraderos de cabeza Las estipulaciones fundamentales eran las siguientes: el Embajador de Italia vendía a la Provincia el solar del convento y la obra construi­ da por valor de un millón de pesetas, la mitad pagadera al contado y la otra mitad a plazos mensuales; entregaba además a los capuchinos de Navarra-Cantabria.Aragón la iglesia construida con todos sus anejos