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112 FECUNDA PARENS La actividad exterior aumentó también considerablemente durante estos años. Los Padres llevaron la asistencia espiritual del Hospital San Antonio para enfermos y heridos de la campaña instalado en el grupo escolar Luis Vives. Es característica de este tiempo la labor espiritual realizada con los condenados a muerte. A partir de junio de 1936 fueron los Padres llamados para tan trágico ministerio, siendo designados los Padres Gu­ mersindo de Estella y Víctor de Legarda, a los que más tarde se añadió el P. Marcelo de Villava. Ese año, desde fines de junio, llevaban asisti­ dos treinta y cuatro reos; en 1938 sólo el P. Gumersindo asistió a 178 condenados a muerte; entre ellos figuran a veces personalidades, como el general Enciso y el coronel González Tablas. Este ministerio, en me­ nor escala, continuó durante los cuatro años siguientes. También tuvieron los Padres el cuidado espiritual de una prisión en que se alojaban prisioneros vascos; eran unos 350, alojados en la escuela Luis Vives; comenzaron a acudir a la Misa de siete y una co­ misión de ellos suplicó que se les predicara. Al fin, como eran muchos, hubo que habilitar los locales de la planta baja de dicha escuela, donde se les decía la santa Misa y se les predicaba cada domingo. Durante la guerra hubo un hecho trágico que pudo haber acabado con el convento. El día 5 de noviembre de 1937 cayeron algunas bom­ bas lanzadas por un avión rojo de bombardeo sobre un depósito de mu­ niciones que había a unos 250 metros del convento, en medio del ba­ rrio. Explotó el depósito, volando los proyectiles por todas las calles del barrio; cinco de ellos, de buen calibre, cayeron sobre el convento. En el barrio fueron destruidos unos ciento cincuenta edificios, todos ellos de poca importancia, sin que hubiera más que dos desgracias per­ sonales, además de los 28 soldados del depósito que quedaron muertos. En el convento, gran parte del cielo raso se vino abajo; casi todas las celdas quedaron en lamentable estado; los .cristales de la capilla y de toda la parte baja quedaron hechos añicos. Las pérdidas de aquel día serio se calcularon entre 7.000 y lO.ooo pestas. Mirando al interior de la ciudad En el Capítulo Provincial de 1930 la residencia había quedado con­ vertida en guardianía, de la que era primer titular el P. Ignacio de Pamplona. Y poco después se pensaba en mover el asunto de la fun­ dación al otro lado del Canal. El día 10 de septiembre, al día siguiente de colocar la primera piedra de su hermoso colegio los Padres agustinos, el P. Provincial, que lo era el Rdmo. P. Carmelo de Iturgoyen, y el Pa­ dre '(Ignacio se dirigían a Huesca, para hablar con el señor Obispo. Algún tiempo después el P. Provincial volvía nuevamente para tratar, entre otros asuntos, de una posible fundación para residencia de estudiantes universitarios. De ello no hay todavía nada resuelto en concreto.

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