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110 FECUNDA PARENS cayeron en el campo de batalla y otros quince pueden mostrar orgullo- tíos sus cicatrices. En todo tiempo, los pocos que quedaron a retaguar­ dia mantuvieron estrecha relación con los que peleaban en las trinche­ ras y lesatendieron con verdadero cariño; más de mil cartas se cruza­ ron entre unos y otros; en el aguinaldo de Navidad de uno de los años el centro invirtió para mandar al frente 1.614 pesetas. La Juventud Femenina nació con posterioridad, el día 10 de maye de 1936; bendijo el banderín de aspirantes e impuso las insignias e! Excmo. y Rvdmo. P. Joaquín de Pamplona. Se constituyó la Juventud con un número inicial de 68 asociadas, que después ha ido en aumento. El día 20 de julio de 1942 fué la bendición de la bandera. Han pasado hasta ahora por la Juventud Femenina 493 socias. Las Señoras de Acción Católica, encuadradas primeramente en la rama de Mujeres de Santa Engracia, pudieron también desgajarse lue­ go fácilmente. En 1939 impuso el señor Obispo de Huesca' la insignia a 44 señoras y el 27 de octubre de 1940 quedaba ,ya oficialmente inaugu­ rada la rama de Mujeres de Acción Católica de Torrero como centro fi­ lial, bajo la dirección de los capuchinos. Respecto de la rama de Hombres poco se puede decir. Debió de na­ cer posiblemente por el mismo tiempo. Su libro de actas se abre con dos sesiones tenidas en marzo de 1942; pero inesperadamente, sin una explicación, se interrumpe hasta el año 1945, desde el que funciona esta rama con toda regularidad. El 15 de octubre de 1944 se bendijo solem­ nemente su bandera. Blanco de las iras revolucionarias Toda la labor que nuestros religiosos realizaron durante aquellos primeros años, sube en méritos si consideramos el ambiente político er. que se agitaba la nación y que, como en ninguna parte, se reflejaba en Zaragoza. En el mes de diciembre de 1930, como repercusión de los aconteci­ mientos de Jaca, se anuncia una huelga revolucionaria y la ciudad se declara en estado de sitio; cualquier cosa pueden temer nuestros reli­ giosos metidos en aquella madriguera de'cuarenta mil anarcosindicalis­ tas. Y al proclamarse la República en abril del año siguiente, la multitud enardecida lanzaba gritos contra la gente de Iglesia; en la noche del doce al trece de abril un grupo de mozalbetes apedreaba la residencia; el gobernador civil tuvo que enviar algunos números de policía a per­ noctar en el convento a petición de los religiosos. Días más tarde el Padre Guardián proveía a todos sus súbditos de un traje seglar para e! caso posible de que tuvieran que huir. Y cuando en el mes de mayo ocurrieron las quemas de conventos en Madrid, la mayor parte de los religiosos y religiosas salen de sus conventos en hábito seglar; la chusma intenta pegar fuego al Seminario Conciliar y al Palacio Episcopal; el teléfono no cesa de llamar trayendo

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