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CINCUENTA AÑOS DE VIDA 97 voción a la Virgen de Lourdes y el esplendor de la Novena, realzada ahora con el triduo de las Cuarenta Horas con que se la hacía terminar. En 1915 se estrenó el estandarte de la Cofradía, que en adelante presi­ dirá todos sus actos. Mérito de la Cofradía fueron los esfuerzos por mantener establemente un coro, primero de señoritas y luego de tiples, hasta llegar a la actual Escolanía de Lourdes, formada por sesenta niños, que, revestidos de túnicas blancas, de corte gótico, rodean la gruta de la Virgen y le cantan enfervorizando a la multitud. La Cofradía cuida de ellos con cariño, obsequiándoles con prendas de vestir, juguetes y dulces en una íntima velada navideña. A los que tienen vocación reli, giosa y se deciden a ingresar en nuestro Colegio Seráfico de Alsasua les paga la pensión. En 1923 salió por primera vez la procesión con la imagen de Nues­ tra Señora de Lourdes y continuó celebrándose con gran esplendor has­ ta 1931: en este año, cuando todos los preparativos estaban hechos, una orden arbitraria del Gobernador suspendió la procesión; y durante los años de la República hubo de encerrarse la fiesta en el recinto del tem­ plo. No volvió a salir por las calles la imagen hasta el año 1942, reco­ brando toda su antigua popularidad, aunque en un recorrido más re­ ducido. La Cofradía de Lourdes tuvo su época de decadencia hasta que en 1928 la reorganizó el M.R.P. Ladislao, tanto en la rama de hombres co­ mo en la de mujeres; al año siguiente eran ya 1.917 los cofrades, d e los cuales eran hombres 102. Establecióse entonces un amplio cuadro de celadores y celadoras y además la visita domiciliaria para los socioa enfermos. Después de la guerra, comprendiendo los Padres ‘superiores que no les era posible unir la debida atención a la Cofradía con las demás obli­ gaciones que pesaban sobre ellos, dejaron este cuidado en manos de otros Padres de la comunidad; fué el primer director en esta época el R. P. Salvador de Vitoria y después el R. P. Dámaso de Elizondo, que viene trabajando por su Cofradía con ilusión de joven, sin perdonar es­ fuerzos ni sacrificios. Se ha bordado recientemente la hermosa ban­ dera de la Cofradía; las recaudaciones han aumentado considerablemente y gracias a ellas y a la propaganda realizada se ha podido atender a los gastos del decorado de la iglesia y de la instalación del órgano. Son en la actualidad 1.338 los cofrades de Lourdes. El éxito más brillante de la Cofradía fueron las tres grandes peregri­ naciones de las provincias vascongadas a Lourdes. Formáronse dos Jun­ tas Generales, una de caballeros y otra de señoras, para la organiza­ ción, que fué perfectísima. La primera de dichas peregrinaciones túvose en 1923 con la bendición del Prelado de la diócesis y bajo la presidencia del Rvdmo. P. Pascual de Pamplona, Guardián a la sazón; constaba de seis trenes ocupados por 4.500 peregrinos, entre los que no faltaba la sección de enfermos, cuidadosamente atendidos por un cuerpo de en­ fermeras. La segunda peregrinación, organizada en 1924, fué menos numerosa: cuatro trenes con 2.800 peregrinos. Y la tercera y última fué 7

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