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CINCUENTA AÑOS DE VIDA 89 señor obispo no accedió a la petición, pero tampoco la desestimó; que­ daba abierta la puerta; había que saber esperar vigilantemente. Mientras tanto colaboraba intensamente con nuestros superiores el destacado industrial donostiarra don José Antonio Zulaica Alberdi, pa­ dre de dos hijos capuchinos: los ÍRR. PP. Fortunato y José Antonio de San Sebastián. Ya desde entonces ofreció generosamente su apoyo eco­ nómico, a que tan deudora se había de mostrar nuestra Provincia capu­ china en situaciones delicadas. En el verano de 1908 el Rvdmo. P. Angel de Villava hizo sus acos­ tumbradas vacaciones en la Provincia. Su primera preocupación iué obtener el permiso para fundar. Aseguróse en primer lugar el apoyo del superior de los jesuítas de San Sebastián, que gozaba de gran cré­ dito ante el prelado, y acompañado del M. R. P, Ladislao de Yábar, Director del Colegio de Alsasua, se dirigió a Vitoria. El señor obispo re­ cibió lleno de gozo a su antiguo amigo de juventud; pero cuando éste le expuso el objeto de la visita, eludió la respuesta. Entonces el P. An­ gel se levantó secamente para marcharse; pero pudo más la amistad, y el doctor Cadena y Eleta le retuvo invitándole a su mesa. No se habló más del asunto; pero al despedirle, le dijo sencillamente: “ Dile al Pa­ dre Provincial que me envíe la solicitud por escrito” . El triunfo era seguro. Sin pérdida de tiempo. Hizo el P. Provincial la instancia, previos los requisitos canónicos, y a vuelta de correo reci­ bía el siguiente comunicado: “ Secretaría de Cámara del Obispado de Vitoria.—Su E. lima, el Obispo mi señor ha tenido a bien el decretar hoy lo siguiente: Acce­ diendo a lo solicitado en la presente instancia, damos nuestro permiso y autorización para que los RR. PP. Capuchinos de la Provincia de Na­ varra y Cantabria puedan establecer una residencia en San Sebastián.— El Obispo de Vitoria.—Lo transcribo a Vd. para su conocimiento y efec­ tos procedentes. Dios guarde a Vd. muchos años.—Vitoria, 6 octubre 1908.—Lic. Zacarías Zuza” . La aprobación del Definitorio General se dió el 8 de diciembre, y el 11 de enero de 1909 firmaba el cardenal Vives y Tutó el rescripto de la sagrada Congregación de Religiosos. 2 .—En la calle Garibay, núm. 6. Ya no quedaba sino elegir el lugar de la fundación. A este fin marchó a San Sebastián el M. R. P. Provincial y en compañía deL señor Zulaica fué inspeccionando los solares. La divina Providencia dispuso las cosas del modo más halagüeño; al tener conocimiento del intento de los capuchinos doña Rosario Seminario, Viuda de Osácar, ofreció es­ pontáneamente su gran almacén de la calle Garibay, núm. 6, para insta­ lar la capilla y cedió el primer piso para alojamiento provisional de los , religiosos sin cobrarles alquiler alguno. Fué designado como primer superior de la nueva residencia el R. Pa