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82 FECUNDA PARENS el oratorio de la Casa de Hermanos del señor Lecea, donde se hospeda­ ron nuestros religiosos en un principio con honda gratitud. Gracias al esfuerzo de nuestros Hermanos, las obras estaban terminadas para el año siguiente de 1906; el 7 de agosto de 1905 se había colocado la pri­ mera piedra y había sido erigido canónicamente el convento de Sai: José de Alsasua; y el día 26 de febrero de 1906 entraban los 33 niños seráficos del colegio de Estella por las puertas de su nuevo Seminario Seráfico; fueron recibidos entre arcos de triunfo y con un estrecho abra­ zo fraternal, y tratados con mimo como arbolillos de este nuevo plantel franciscano. ¿El 25 de marzo hacían su presentación ante las autoridades todas con magníficas funciones en la parroquia del pueblo. El 2 de julio de este mismo año se colocó y bendijo la primera pie­ dra de la iglesia, que sería dedicada al patrocinio de san José; ofició en la ceremonia el Rdmo. P. Angel de Villava, Definidor General. La iglesia se levantaría unos años más tarde, según planos del arquitecto pamplonés don Angel Goicoechea. La primera comunidad quedó constituida de la siguiente forma: M. R. P. Lorenzo de Izal, Presidente y Director .del Colegio, R. P. Ezequiel de Legaría, Vicario, R. P. Bernardo de Iroz, Profesor, R. P. Gumersindo de Estella, Profesor, R. P. Víctor de Legaría, Profesor, ®. P. Hermenegildo de Ciáurriz, Profesor, R. P. Francisco de Elizondo, Predicador. Hermanos: Fr. Escolástico de Otano, Fr. Femando de Pamplona, Fr. Romualdo de Oláiz, Fr. Roque de Escároz, Fr. Eusebio de Etuláin, Fr. Santiago de Zubiri, Fr. Leonardo de Arráiz. Bajo la dirección del malogrado P. Lorenzo de Izal inició esta co­ munidad con gran ardor su noble ministerio de la educación de los fu­ turos capuchinos y del cuidado pastoral externo. En 1907 algunos Pa­ dres sé dedicaban ya a la predicación en Alsasua y en los pueblos cir­ cunvecinos con gran aceptación. El P. Francisco de Elizondo fundaba y erigía la Orden Tercera de Arruazu, la primera y más antigua del distrito. Por su parte los Padres profesores, mediante las actuaciones del coro de niños seráficos y las veladas representadas en el teatro inau­ gurado en ese año, daban a conocer el Colegio y atraían simpatías y vocaciones; la matrícula inicial del Seminario Seráfico fué de 60 alumnos. Un hecho digno de especial mérito es él gesto del P. Lorenzo de