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CINCUENTA AÑOS DE VIDA 79 al día siguiente llegó en autobús a Zaragoza; de donde en seguida salió en tren- para Pamplona. Tal fué la odisea de nuestros religiosos de la última comunidad de Hijar; en medio de todo se vió patente la mano providencial de Dios. Conclusión Hasta el presente no han vuelto a instalarse nuestros religiosos en Hijar. En realidad no ofrece gran estímulo la reconstrucción del con­ vento en el lugar anterior, sin posibilidades de un ministerio activo. Por eso, al-alejarse el frente en abril de 1938 los superiores juzgaron más acertado probar fortuna otra vez en el interior de la villa; como ei clero había quedado muy mermado, parecía ahora más hacedera es­ ta fundación. En efecto, allí pasó varios meses el P. Basilio de Gea, estudiando el asunto -sobre el tenreno y aún logró hallar una buena casa para la fundación. Pero ésta no se hizo. En 1942 se consiguió que el convento de capuchinos fuera incluido entre los edificios que se proponían para ser reconstruidos por la Di­ rección General de Regiones Devastadas. Sin embargo, sigue todavía en ruinas. Dificultades no pequeñas se han originado de la situación anómala en que quedó la propiedad de la finca aneja al convento y cultivada por los religiosos. Ya queda dicho cómo la iglesia y el solar del con­ vento estaban inscritos a nombre del arzobispado cuando se estable­ cieron los capuchinos, obteniendo éstos el usufructo perpetuo. La anti­ gua huerta de los franciscanos, vendida a consecuencia de la desamorti zación, era propiedad entonces de Antonio Bernard. Al querer comprar­ la los capuchinos, fué tasada por el propietario en 14.000 pesetas, de­ clarando que estaba gravada por un censo hipotecario de 6.000 pesetas en favor de nuestro bienhechor don Pedro Dosset. Los capuchinos pa­ garon 8.000 pesetas y las 6.000 de la hipoteca fueron condonadas, con lo que toda la finca quedó en poder de la Orden. Pero los superiores juzgaron conveniente, para mayor seguridad, que fuera inscrita en el registro a nombre del señor Arzobispo. En 1931, ante la posibilidad de una expulsión de los religiosos, intentaron los superiores lograr de la curia arzobispal una declaración en que se reconociera la propiedad real ele los capuchinos y se les asegurara a éstos la absoluta preferen­ cia para el usufructo, caso de que se vieran obligados a salir del con­ vento y más tarde pudieran volver a habilitarlo. El asunto seguía to­ davía sin resolverse después de la guerra. SUPERIORES QUE HAN REGIDO LA COMUNIDAD DE HIJAR R. P. Basilio de Gea .................................... 1903 R. P. Remigio de Pamplona ....................... 1906 — 1909 R. P. Basilio de Gea ... R. P. Silvestre de Mañeru 1909 3915 1915 1918

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