BCCCAP00000000000000000000139

72 FECUNDA PARENS El porvenir no desmentiría los nobles ofrecimientos de aquellos auténticos aragoneses. Púsose en seguida manos a la obra. BU 5 de diciembre de 1902 ex­ pedía el Rdmo. P. General la autorización para fundar en Híjar. El 27 del mismo mes daba su consentimiento el señor Arzobispo de Zaragoza; como la iglesia y el solar se consideraban propiedad de la mitra, el mismo señor Arzobispo, con ofico de 11 de mayo de 1903, concedió a los capuchinos el usufructo de ambos, reservándose la propiedad y a condición de que todo volviese a la mitra en caso de que la Orden lo abandonase alguna vez. Entre tanto don Pedro Dosset se afanaba por llevar adelante las obras y por obtener la posesión de la huerta para los capuchinos. En marzo de 1903 se bendijo la primera piedra del convento y el 15 de julio del mismo año quedaba construida la familia conventual de la siguiente manera: P. Basilio de Gea, presidente, P. Antonio de Calamocha, Fr. Fernando de Pamplona. Fr. Marcos de Guembe. El 2 de febrero de 1904 podían celebrarse en la iglesia, ya restau­ rada, los cultos religiosos. Había sido necesario construir todos los al­ tares, desescombrar el suelo y renovar las paredes. En la iglesia subsistía aún, aunque muy estropeado, el magnífico sepulcro de alabastro, con estatua yacente, del fundador del convento, el duque de Híjar. El P. Basilio de Gea escribió por dos veces al he­ redero del título; pero no recibió contestación alguna. En vista de esta despreocupación del moderno duque de Híjar por el más ilustre repre­ sentante de su linaje, el superior hizo llevar los restos al osario co­ mún del cementerio de la villa, y allí quedaron confundidos con los de sus vasallos los huesos del antiguo señor de Híjar. El sepulcro fué ven­ dido a unos anticuarios en quinientas pesetas. Vicisitudes y ministerios de la comunidad Nunca fué muy numerosa la comunidad de Híjar, debido al aleja­ miento del convento respecto de la población. Por esta razón quizá y por la paz monástica que allí se gozaba, fué con frecuencia el convento de Híjar lugar de restablecimiento para religiosos enfermos y por va­ rios años fueron enviados allí los Padres jóvenes que terminaban la carrera. En la comarca fué bastante activa la predicación, sobre todo cua­ resmal. Una relación del trienio de 1909 a 1912 da las siguientes cifras sobre la labor realizada en los tres años: Misiones ............................................................ 14 Ejercicios............... 9

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz