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CULTURA DEL PUEBLO MOTILON 29 cicatrices, efecto de las sangrías que se hacen r.:u'.lndo tienen fiebre alta. Las mujeres adultas tienen un abdomen glol:iulo~n y los senos _aplanados y colgantes, debido a la prohn– gada lactancia de sus hijos; las jóvenes, por el contra rio, poseen senos erectos y bien proporcionados. Se advierten algunos signos de mestizaje, lo cual se explica por la costumbre secular del motilón de ro– barse niños de otras tribus y hasta de las haciendas de los blancos . Pero no hay individuos rubios ni menos de facciones nórchcas, como algunos han soñado exis– tir entre los motilones. El desarrollo del motilón es normal en la mayor parte de sus individuos. Desde pequeños, excepto en algunos casos de raquitismo, se les ve bien proporcio– nados. Se dan, sin embargo, entre ellos frecuentes ca– sos de parasitismo, con las consiguientes anormalida– des, visib.les algunas de ellas por el abultamiento ab– dommal, etc. Mentalmente, se observa hasta un desa– rrollo precoz. Así se ha podido comprobar en muchos niños internados en el centro misional de Los Angeles del Tukuko: los pequeños son vivos, inteligentes, muy despiertos y altamente ca,pacitados. A todo ello con– tribuye, sin lugar a dudas, su buena alimentación bá– sica de carne y pescado. Cuando carecen de tales pro– ductos, lo cual sucede con frecuencia, por temporadas, de inmediato se advierten síntomas de raquitismo en los párvulos. Mientras la familia permanece completa, <;l motilón se la ingenia para no carecer de abundante alimenta– ción. Si desaparece el padre de familia, tanto su mu– jer como sus hijos sufren inevitablemente de escasez de alimentos y no es extraño el que se presenten casos d_e muerte por inamción, especialmente en los indivi– duos más débiles, como son los niños. El vecino_, por lo general, no se compadece del motilón hambriento.
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