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-62- terial como en el moral, y la Iglesia ha encon– trado en él poderosa y eficaz ayuda para toclu. V Trabajos apostólicos de los primeros anos Viendo los primeros lVIisioneros que a pesar ele su buena voluntad no era posible por enton– ces el establecimiento ele Misiones entre indíge– nas, sin perder las esperanzas ele ver reZtlizado• algún día tan acariciado ideal, se consagraron con apostólico celo a dar Misiones en las pobla– ciones civilizadas, muy necesitadas por cierto del pasto espiritual, a causa ele la mucha escasez ele sacerdotes que entonces más que hoy padecía la República. A pesar del corto número ele Religiosos ele que se componía la pequeña Comunidad estable– cida en el Templo ele Las Mercedes y ele lo peno– sos y largos que resultaban los viajes a muchos lugares ele la República, ya en 1892 ejerciernn los Capuchinos el ministerio apostólico cnn grz111 fruto ele las almas, en Caracas, El Valle. _-\ntí– mano, Los Teques, El Recreo, Chacao, Petare, La Guaira, Maiquetía, Puerto Cabello, El Cam– bur, Valencia, Montalbán, Aguirre, :Miranda, Tinaquillo, Tocuyito, Naguanagua, Guarenas y Gua tire. Al año siguiente ( 1893) encontrarnos a los: hijos del Serafín ele Asís recorriendo, con el